Talleres sigue mal y cayó 2-1 con Boca. Cometió errores graves y falló en lo individual. Le hicieron los goles tras dos córners a favor. ¡Increíble!

La de Dayro Moreno es la imagen de Talleres. Es la perfecta definición de la situación en la que se encuentra el Matador. El colombiano, el jugador estrella de este Matador modelo 2020, está enojado. Caliente. Con impotencia. Las cosas no salen... No hay manera.

Todos combaten, todos corren. No se niega que hay otra enjundia, la intención de cambiar aquella horrible tarde en Florencio Varela de la fecha pasada, con esa triste goleada sufrida frente a Defensa y Justicia.

Pero no hay forma. Y no la habrá. Será derrota contra Boca Juniors por 2 a 1, por la fecha 18 de la Superliga de Primera División del fútbol argentino, con goles de Sebastián Villa y Carlos Tevez, uno en cada tiempo. Descontaría cerca del final Diego Valoyes. Ese Boca que es el único escolta del líder River Plate, a tres puntos.

Malditos errores

Anoche, ante un estadio Mario Kempes repleto (hubo 50 mil personas, con todo vendido), con aroma a partido demasiado importante, otra vez las falencias propias se notaron en los huesos de la “T”.

Otra vez, lo desnudó un rival que es apenas un equipo en formación. Pero es un equipazo, por sus nombres. Por su jerarquía. Por su calidad.

Después de perder 4 a 1 contra Defensa, la Superliga le presentaba al Matador una chance perfecta. El escenario ideal. Recibir a un Boca que está comenzando un nuevo ciclo con Miguel Ángel Russo en el banco y Juan Román Riquelme (no viajó a Córdoba) en las decisiones del rumbo futbolístico del club.

Para Talleres, más allá de que sea Boca, era la chance de levantarse contra un grande. De patear el tablero. De demostrar que está sobre el ring. Que quiere dar pelea en esta Superliga y clasificarse a una Copa Internacional, tal cual afirma su presidente Andrés Fassi cada vez que puede.

“Ha sido un mercado de pases muy difícil para todos. Pero no vendimos jugadores y trajimos dos refuerzos de jerarquía. El objetivo es clasificar a una Copa Internacional”, repetía Fassi anoche, en la previa del partido, refiriéndose al zaguero colombiano Rafael Pérez y al delantero brasileño Parede. Ninguno de ellos fue titular en el equipo de Alexander Medina, pero el extremo entró en el complemento mostrando detalles interesantes. Está claro que los refuerzos (esos y quizá más) eran muy necesarios.

Boca es Boca

Y Boca puede ser una incipiente formación, una tibia intención de equipo que se está gestando, pero es Boca. Con jugadores como el colombiano Villa, Salvio o el propio Carlitos Tevez, que aún lejos de sus años dorados, impone respeto. Es Tevez, el “10” del Xeneize.

Y Talleres no pudo ser el Talleres que su gente supo ver ver de la mano de Medina en 2019.

Aquel equipo que sorprendía. Que atacaba con mucha gente, con laterales que pisaban al área. Donde cada uno sabía su rol.

Talleres aún no encaja, quizá extrañando demasiado también al goleador Nahuel Bustos, en la selección argentina Sub 23 que juega el Torneo Preolímpico.

Entonces, otra vez todas las miradas caen sobre Dayro, que se enoja, que no puede, aunque intenta e intenta. ¿De qué jugó Moreno? ¿Fue delantero centro? ¿Fue enganche?

A su favor se dirá que no hay socios, o anoche no los hubo.

Así, Talleres camina este 2020 con dos enormes piedras en su camino, y dos tropiezos. El de Florencio Varela. Y el de anoche en el Kempes ante Boca.

Dos derrotas que demuestran que los errores propios se pagan demasiado caro.

Anoche, un Talleres que salió a dar otra imagen, apenas pudo sostenerla 12 minutos. Desde un córner a favor y una contra gestada por el arquero visitante Marcos Díaz nació el 1 a 0 de Sebastián Villa que volvió a dejarlo en shock. Lleno de dudas y preguntas.

Lo mismo le pasó en el complemento. Pareció despertar, hasta que Tevez lo sentenció en otro contragolpe, con nacimiento en una jugada muy similar a la anterior.

Hubo una arremetida de amor propio en el final, de ganas de cambiar esta historia, de rebeldía.

Talleres deberá ponerse de pie. Y volver a ser un equipo, más allá de los nombres. Se llame Dayro Moreno o quien sea.

La Superliga y este año 2020 todavía te están esperando, Matador.