Lo más importante

  • Joel Soñora llegó a "la T" como parte del pase de Reynoso a Boca.
  • Su debut se demoró, pero valió la pena.
  • "Mi viejo nunca me dice cómo jugar", dijo.

Ese pase quirúrgico para Mauro Ortiz, el 2-0 consumado, la primera victoria de Talleres contra Gimnasia y la inigualable sensación de "sentirse parte" era una imagen que Joel Soñora había soñado muchas veces.

En la mayoría de ellas aparecía con la camiseta de Boca, pero debió proyectarla hacia otros destinos. Primero, en el Stuttgart de Alemania y, luego, en Talleres, al que llegó en enero como parte del pase de Emanuel "Bebelo" Reynoso a Boca y donde recién ahora pudo debutar en esta Superliga.

LOS GOLES DE LA VICTORIA DE TALLERES#FOXGol | La "T" se hizo fuerte como visitante y venció a Gimnasia con tantos de Andrés Cubas y de Mauro Ortiz para sumar sus primeros tres puntos en la #SuperligaxFOX pic.twitter.com/PSh2HCa4dC

"No me arrepiento de las cosas que hice. Siempre confío en mis posibilidades y en mi familia", dijo Soñora, uno de los hijos de "Chiche", aquel volante que arrancó en Boca y que llegó a EE.UU. para ser el primer argentino en la MLS. Allí nació Joel, el volante albiazul de 21 años que tuvo sus convicciones muy firmes desde el inicio. Dejar las inferiores de Boca, para empezar.

–Te fuiste de Boca. ¿Volverías a hacerlo?

–Sí. Fue una buena decisión. Haberme ido solo a Alemania, hacia un fútbol y una cultura diferentes, me enriqueció. Pero fue un sacrificio. Estaba solo. A veces, no tenía con quién hablar. Aprendí inglés. Manejo tres idiomas. No me arrepiento de lo que hice.

–Talleres fue a la Bombonera para la primera fecha de la Superliga. ¿Soñaste con el debut ahí?

–Lo soñé en la semana. No se dio. Pero había que seguir preparándose. Se dio con Gimnasia.

Valió la pena...

–Se dio todo. El triunfo, nos sacamos dos derrotas de encima. Estuve muchas veces en el banco. Nunca se podía dar el sueño de poder jugar en la Primera División de nuestro fútbol. Estoy contento por haber cumplido eso. Es un sueño cumplido. Desde chico que veo nuestro fútbol.

Tras el juego, el contacto con su familia fue de cajón.

“Mi viejo no dijo nada. Más, mi mamá. Realmente estaban todos muy contentos. Su sacrificio es muy grande”, valoró el pibe.

Vimos a "Chiche" ante Central y en el Kempes, esperando a que entraras…

–Sí. La familia. Son un fenómeno. Jamás me dice cómo jugar. Pero siempre charlo con él. Me decía que todo podía cambiar, pero que mucho dependía de mí. Es fútbol.

–¿Hablaste con Alan?

–Sí. Debutó en reserva de Independiente contra Central. Es muy bueno. Ambos somos enganches.

¿Quién es mejor?

–Alan. Me tiene como un referente. Trato de darle lo mejor. Estoy feliz por su debut. En mi caso, soy un jugador al que le gusta tener la pelota y participar del juego. Siempre quiero estar. Soy de los tipos que disfrutan más del pase que sirvió para ganar que de hacer un gol.

La espera

Llegaste a principios de año. ¿A qué apelaste cuando no jugabas?

–Confío en mis posibilidades. Trato de dar lo máximo. Después, los entrenadores toman las decisiones. Si se dio en este momento, por algo será.

–Pero en algún momento viene el “ya no sé qué hacer para jugar”…

–Lo pensé. Pero uno tiene que cambiar la mente. Es fútbol. Cuando menos te lo esperás, llega la chance y hay que estar preparado.

¿Llegaste a hablar con Kudelka y con Fassi?

–Con todos. Y siempre estaba en los planes, pero no se me dio.

¿Qué proyectás con Talleres?

–Necesito tener más minutos. Es lo que siempre quise. Tengo que aprovechar los que me den. Es el principio.