La Superliga no terminó y la continuidad del entrenador ya es un tema. El presidente ratificó que no quiere contratos más allá de una temporada. ¿Le cierra al DT?

Andrés Fassi estaba y no estaba en el estadio Hilario Sánchez. Como todo dirigente, no cambia por nada el hecho de poder hacer su propia lectura de Talleres observándolo en vivo y directo. En esta caso, frente a San Martín de San Juan, por la Superliga. En cuerpo y alma estaba presente en la insoportable y calurosa tarde sanjuanina, pero mentalmente estaba en otro tiempo y lugar...

Fassi sabe que hay dos sociedades que son vitales para “su visión” de Talleres. Una es la que tiene con el entrenador Frank Darío Kudelka, en la identidad del equipo y sus resultados. La otra es directamente con Pablo “el Cholo” Guiñazú, su referente dentro del campo de juego.

El presidente de Talleres es consiente de que necesita de ambos para que la realidad futbolística y la económica sigan encaminadas después de la actual Superliga.

Es cierto que falta para el cierre del campeonato y para que se sepa si Talleres cumple con el objetivo de ser internacional nuevamente, algo que logró por última vez en la Copa Libertadores 2002.

Sin embargo, Fassi ya empezó a planificar la propuesta para que ambas sociedades, con Kudelka y con Guiñazú, sigan sosteniendo su proyecto más allá de junio. Y contó algunos detalles a Mundo D en los momentos previos al partido ante San Martín de San Juan.

–Le pregunto por la renovación del contrato de Frank Kudelka...
–No me enojo por la pregunta. Respondo todo. Mi experiencia de 35 años en el fútbol me dice que los contratos de los entrenadores y cuerpos técnicos tienen que ser año tras año. No creo en esos proyectos donde yo hoy le doy la confianza a un cuerpo técnico por los próximos cuatro o cinco años y después a los seis meses estamos viendo cómo hacer para que ese cuerpo técnico se vaya. Soy mucho más razonable y el nivel de responsabilidad que tengo en Talleres es grande. Tanto Kudelka como yo tenemos que ser muy inteligentes a la hora de evaluar y de manejar este tipo de procesos. Es muy significativo manejar niveles de compromiso que los dos sabemos perfectamente que se van a cumplir. Hoy por hoy, es hasta junio. Ojalá sigamos en esta línea. La verdad es que ha sido extraordinario este camino al andar que hemos ido haciendo junto con Kudelka y este cuerpo técnico. Ya son más de 130 partidos. Más de 100 oficiales. No creo que haya demasiados técnicos con 130 partidos en sus clubes. Eso nos da la posibilidad de pensar que vamos en una sociedad armónica y exitosa. Ojalá siga por muchos años.

–¿Ya arrancó la ronda de conversaciones?
–No. Con Kudelka entablamos un criterio y es pensar en estas fechas que nos quedan para poder cumplir un objetivo. De poder cumplir entre los dos ese objetivo que asumimos frente a la gente y que era el poder disputar una competencia internacional, vendrán todas las conversaciones que tengan que ver con el grupo de jugadores que se irán y los que se llegarán. También, la continuidad del cuerpo técnico, que ojalá sea de muchos años más.

Y Kudelka, ¿qué piensa?

La clasificación a una Copa o no sería clave para que la sociedad Fassi-Kudelka pueda continuar. Sin embargo, hay otros argumentos que van mucho más allá del resultado deportivo y que tienen que ver con objetivos cumplidos de ambas partes: desde lo deportivo, pasando por lo contractual y lo administrativo.

Terminada la temporada de la “T”, Fassi apelará a un cuestionario de más de 20 puntos en el que se revisará la gestión del DT (hay otros puntos económicos que se definen con su representante, Pascual Lescano), algo que “FDK” ya conoce y que siempre le ha dado favorable; luego, vendrá el turno de la formación del futuro plantel (la injerencia del presidente es gravitante) y el plazo del contrato, que, se sabe, no excederá el año.

Con Kudelka obtuvo un doble ascenso y logró el ADN de un equipo reconocido por todos en estas dos temporadas. Y en la actual está segundo. Sin embargo, para Fassi la promoción de juveniles es clave para las ventas posteriores, y en estas dos temporadas hubo tres debuts de juveniles propios.

Kudelka no ha dicho nada hasta el momento, pero hará valer todo lo que ha conseguido en el Mundo Talleres y las reglas que debió seguir.

Es cierto, como afirma Fassi, que cada renovación se hizo al final de cada temporada, pero eso no quita que preferiría tener definida la situación antes del cierre de la campaña. Además, de un contrato que exceda el año. Tras el ascenso a la B, firmó por seis meses, que era el tiempo de duración del torneo.

En la cuestión de la formación del plantel, el técnico siempre ha preferido la certeza de los jugadores de experiencia para puestos clave antes que las “apuestas”. Pero lo más importante fue que, más allá de la calidad del jugador del que dispuso, el equipo siempre jugó a lo mismo. Fue un equipo de ataque. O lo intentó.

Igualmente, a veces las diferencias pueden estrecharse. Últimamente, aceptó las salidas de Emanuel Reynoso (Kudelka fue clave ya que conoció al jugador siendo enganche y lo relanzó como volante mixto, en un tridente genial con Pablo Guiñazú y Leonardo Gil, además de que casi fue “como un padre” para “Bebelo”), Sebastián Palacios y Jonathan Menéndez, pero Fassi le dio el gusto al traerle a un jugador que venía pidiendo hacía tiempo: Santiago Silva.

Esa llegada de Silva puede interpretarse como un gesto de Fassi para que Kudelka siga después del Mundial en Rusia.

Lejos de hacer pública su opinión sobre los éxitos y fracasos en materia de incorporaciones, el cuerpo técnico consolidó un estilo de juego. Fassi supo decir hace poco que no se imagina un Talleres sin Kudelka.

“Es una sociedad armónica y exitosa. Ojalá siga”, señaló ahora. ¿Será?