La T juega el viernes a las 21.10 con San Lorenzo y se le fueron dos jugadores clave.

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La tarde del martes le cayó mal a los hinchas de Talleres. Chequeando la web de Mundo D, se iban enterando de que Emanuel Reynoso se iba a Boca. El vacío que deja el 10 en el equipo es enorme. Esos mismos hinchas inundaron de comentarios las notas de Mundo D en las que se daba cuenta de la venta de “Bebelo”.

La idea de que se desarma el equipo que está cuarto en la Superliga y entrando a la Copa Libertadores 2019 fue la más repetida. Y mucho más cuando más entrada la tarde también se confirmó que Jonathan Ménendez fue vendido a Independiente. Jonhy fue clave para que el equipo se mantengan en Primera y para que sueñe con entrar a una copa.

Dos jugadores de ese nivel dejan herido a Talleres en lo fútbolístico. Y a sólo tres días de la reanudación de la Superliga: el viernes a las 21.10 ante San Lorenzo, otro de los equipos que está en zona de Libertadores.

Como publicó Mundo D el mismo martes en la edición impresa, la baja de Reynoso lastima a Talleres en lo futbolero.

Para Talleres es un jugador irreemplazable que recuperó para sus inferiores luego de que el pibe de 22 años había dejado de jugar por varios inconvenientes personales, la mayoría adjudicados a su entorno. Entre ellos, aquel tiro que recibió en su pierna hábil y el episodio policial de 2017 en el que la Justicia pasó a investigarlo como “participe necesario de un caso de abuso de arma de fuego” sucedido en Estación Ferreyra, que le valió quedarse fuera del clásico con Belgrano (“No tenía que estar en ese lugar”, supo decirle a Mundo D).

“Bebelo” formó parte del tridente que forma junto a Pablo Guiñazú y Juan Ramírez o Fernando Godoy (la primera formación era con Leonardo Gil) que inventó Frank Darío Kudelka para darle una identidad de juego al equipo. Es esencial, porque se transformó en un jugador que dejó de jugar “solamente como enganche” y que también sirvió para “ocupar una posición a la hora de recuperar la pelota”. Se hizo un volante mixto y gravitó en serio.

El mencionado Ramírez, Nicolás Giménez, Joel Soñora (uno de los refuerzos albiazules, 20 años y proviene del fútbol alemán) y Ezequiel Beltramone (viene de la división reserva) son las alternativas de las que dispone Kudelka. Nombres que están lejos de “Bebelo”, en características y en realidad. Además, en la “T” ya tampoco está Sebastián Palacios, quien también fue clave en el ataque.

Así y todo, Kudelka no va a renunciar a su estilo. Sabe que si no está “Bebelo”, deberá arreglarse con lo que tenga. “Somos un equipo de ataque. Mi arco sigue siendo el de enfrente. Así concibo el fútbol. Más allá de las elementos de los que uno tiene, de los rivales y las canchas”, dice siempre Kudelka, quien volverá a su laboratorio las veces que haga falta para encontrar soluciones futbolísticas y sostener el protagonismo de la “T” en pos del objetivo de clasificar a las Copas continentales.

Cómo jugaría

En la práctica del martes, el DT Frank Kudelka, que no habló en público sobre las dos bajas, paró un equipo que ¿podría ser? el que afronte ese estreno del Matador en 2018. Guido Herrera; Leo Godoy, Javier Gandolfi, Carlos Quintana e Ian Escobar; Pablo Guiñazú, Fernando Godoy, Juan Ramírez; Mauro Ortíz, Aldo Araujo y Samuel Sosa.

En este equipo faltan el lateral Lucas Olaza y el delantero centro Junior Arias, ambos con molestias y que tendrían los lugares de Escobar y de Araujo. Tanto Olaza como Arias también sonaron con chances de irse…

Más ventas serían ¿intolerables? para los hinchas de Talleres. El viernes se verá qué tiene para ofrecer el Talleres de la era post-Bebelo.