Sergio Coleoni dirigirá hoy contra Alvarado y luego dejará de ser el DT de Talleres, que busca sucesor. Será el tercer técnico albiazul en 50 días.

Sorpresivo. Si Talleres gana hoy, Coleoni se habrá ido invicto. Fassi dice que no tuvo que ver con su salida. Suena Hoyos.

“Esta es la semana, Mono”. Sergio Coleoni creía que podría darse el cambio tan esperado y lo palpitaba junto con su DT alterno, Juan Mario Obulgen. El 2-2 de local ante Tiro lo había dejado mal. No había disfrutado ni del empate de Godoy, a quien lo retó de arriba a abajo por perder segundos clave en el festejo de su tanto. Había esperado el fin de semana, como si las prácticas que iba a hacer se trataran de un partido. Que era el momento justo para el cambio, ya que quedarían seis partidos para poder dar alcance a Unión y lograr el ascenso.

El lunes pasado ordenó un cambio de sistema y nada. Salieron Agustín Díaz y Diego Martínez y el equipo no presentaba la mejora pretendida. Como aquel partido ante Libertad, en el que le dieron ganas de entrar a la cancha (harto de que sus gritos no se escucharan) para evitar que el equipo se refugiara contra Federico Costa, hasta que ese 1- 0 parcial terminó siendo un 1-1.

Así que ayer a la mañana entró al vestuario y ahí sorprendió a sus colaboradores. “Muchachos, me voy. No le encuentro la vuelta. Quizá será mejor que venga otro. El barco está a flote”, les dijo a sus ayudantes y, luego, se lo repitió a los jugadores, a los que no les dio “derecho a réplica” porque era “una decisión tomada”. No lo hubo. Además, hacía unos días había tenido una descompensación.

“Quizá se liberen de esa presión y logren el funcionamiento que tanto buscamos y que con el cuerpo técnico no encontramos. Me moriría en este club, me quedaría vivir, pero soy consciente de que si este equipo no mejora el rendimiento, el objetivo que queremos todos no se logrará”, dijo Coleoni.

Es más, si hoy la “T” gana o empata, se habrá ido un DT invicto (tres triunfos y tres empates hasta ahora), a cinco partidos de lograr el ascenso, algo tan inverosímil como cuando echaron a Héctor Arzubialde estando puntero, en el Argentino A, o como el hecho de que habrán sido tres los DT de Talleres en un lapso de 14 partidos, lo que dura esta primera fase de la Zona 5 del Federal A. Jorge Ghiso fue historia tras dos partidos, Coleoni después de siete y quedarán cinco más.

Hoyos y Fassi. El nombre de Ángel Hoyos no es nuevo. Fue uno de los candidatos que perdió la dirección técnica a manos de Rubén Darío Forestello. Pero antes del partido ante Libertad de Sunchales, fue contactado por un emisario del Fondo de Inversión, junto con otros DT, ante una indisposición de Coleoni. La salida del DT hizo que el Fondo de Inversión se reuniera para determinar el nombre del sucesor y se puso la mira en Hoyos.

Tras su retiro como jugador (Talleres y Boca, sus equipos más destacados), fue DT de Messi en las inferiores del Barcelona. Luego se fue al fútbol griego, donde dirigió a estos equipos: Aris Salónica, Atromitos, Pas Giannina y Panserraikos. Su gira por el mundo lo llevó a Chipre, donde entrenó al Anorthosis. Además, pasó por Colombia (Once Caldas) y Bolivia ( Bolívar). La opción a Hoyos sería un técnico que en la actualidad trabaja en el fútbol mejicano.

El cambio de entrenador fue interpretado en varios estamentos del Mundo Talleres como el primer movimiento de la alianza que se formó el sábado y que propone a la dupla Andrés Fassi-Rodrigo Escribano para las elecciones del 16 de noviembre, en la que competirá con Talleres es de su Gente. “Me enteré a la tarde de la ida de Coleoni. No tengo nada que ver con eso, no soy gobierno y soy respetuoso de la gente que está. Estamos definiendo los cargos de la lista y otros temas. Sé quién fue Hoyos como jugador. Como DT, quedó en ir a visitar Pachuca una vez. Es todo”, dijo Fassi.

El saneamiento y el papelón


El Fondo de Inversión tenía un ideal de la gran despedida: el club saneado y ascendido, tras el 9 de noviembre, lo que sería un gran impulso que le permitiría convertirse en la primera comisión directiva post quiebra y a Rodrigo Escribano como presidente del club. Sin embargo, el nuevo e increíble descenso a la tercera categoría del fútbol argentino, la formación del plantel actual y un mal inicio en el Federal A, hizo pasar al Mundo Talleres de la órbita del partido a partido, del día a día, al del minuto a minuto.

A decidir que es lo mismo Jorge Ghiso (duró dos fechas) que Coleoni (siete). Como antes Arnaldo Sialle, Héctor Chazarreta o Rubén Darío Forestello. O que el mánager renunciante Maximiliano Salas propiciara la vuelta de Mario Ballarino y tras su partida, se hiciera cargo Alejandro Accieto de la secretaría técnica. El saneamiento llegó, como así también la determinación de la fecha de las elecciones. Pero aquella decisión firme de mantener una lista que cotejara contra Fassi y “Talleres es de su gente”, se desmoronó.

Fassi se transformó en bueno, Escribano pasó a ser vice y la lista “Todos por Talleres” se convirtió en “Talleres vuelve” pero sin Ernesto Salum, Hugo Bertinetti (se bajaron de la lista por no acordar con Fassi), Alberto Escalante (también se bajó, pero aprobó la llegada de Fassi) y Aldo Roggio (ya había anticipado su decisión de no seguir, antes de los movimientos políticos). “Estos papelones se recordarán más que la gestión del Fondo en el pago de la quiebra y en la donación de aportes”, dijo un miembro del Fondo de Inversión. En una semana, el juez anunció elecciones y el saneamiento, se dio una alianza impensada, se fue un técnico de la casa sin perder un partido y sus futuros relevos sólo se parecerán en la necesidad de ascender en breve.

Albiazules


Talleres es de su Gente. El movimiento que impulsa como presidente a Gustavo Lawson hará la presentación de su lista y la plataforma electoral mañana a las 16 en el hotel del Virrey (Mitre 227). “Es imposible el acuerdo con Fassi-Escribano porque estamos en veredas diametralmente opuestas en cuanto al modelo de gestión. No queremos un gerenciamiento ni endeudar a Talleres en más de 100 millones de pesos y empezar a pagar a partir del cuarto año. Los jugadores también son activo y parte del patrimonio del club. Quieren repartir un 60 por ciento para el club y el otro 40 a un inversor. El total debe ser para el club”, dijo Lawson.