Talleres 1- Desamparados 0. El gol de Leyes acabó con la urgencia que flotaba por Bº Jardín. La Boutique, un desahogo.

Es ese nuevo orden que rige en barrio Jardín. Las nueves leyes con las que le toca convivir por este tiempo de vacas flacas. La carencia de gol lo condenaba a cinco partidos sin volver a pegar un grito. La foja cero lo condenaba al fondo de su olla a presión. A las ausencias notables de la contundencia que tanto le había dado en el torneo.

No siempre tanto esfuerzo y sacrificio puede ser coronado con el premio mayor y a este Talleres, la noche terminó sonriéndole por apelar a la vergüenza de tener que ir más allá de la falta de ideas. Fue lucha cuerpo a cuerpo porque tuvo que padecer su anemia: con el capital de la posesión de la pelota no le alcanzó nada, porque no tuvo claridad en sus delanteros.

Anoche, la T con un hombre menos en casi todo el partido (por la expulsión de González Barón) tuvo que meter viento desde las tribunas, a pleno pulmón, para que el barrilete remontara. La crónica del sufrimiento, ese que hace romper los labios con los dientes, en el que los abrazos se tornan interminables, en el que ahora vale el festejo por fin.

Los hinchas metieron esa presión que ayudara a resolver las cosas dentro del terreno de juego. Coleoni escondido bajo la gorra, aún estaba confinado a buscar las explicaciones que sus muchachos no pudieron darle a fin de cuentas. Aunque esto es Talleres en este momento. Goles en goteros y esfuerzo en damajuanas. Por eso coronó su premio por el merecimiento de tanto sacrificio.

El júbilo golpeó otra vez la puerta de las luces, cuando el barrio se oscurecía como el bar del infierno. Es que todo terminaba en un whisky melancólico. Pero el DT, urgido, sacó a Navarro en la mitad del ST para poner a Leyes. Y con las heridas de una batalla, aún se puso el casco para disparar su último tiro, el de la exasperante trinchera donde llueven bombas de impotencia.

Talleres tiene nuevas leyes, y por Nery encontró un remate cruzado que rompió la barrera del sonido de las gargantas empalagadas. Al límite, en su propia ley, en el golpe por golpe, con las penas a cuestas, metió su último llanto para creer que volver siempre será posible.

Andate cero la P... 464. Esa cantidad de minutos duró al racha de Talleres sin marcar goles.

Volver a festejar: 4. Las fechas que tenía sin festejos la T, tras el 2-0 a Maipú, en la Boutique.

Coleoni, invicto. Con el nuevo DT, el Matador empató en San Luis y anoche sumó tres puntos.