El entrenador no habló de que vaya a dejar el club. “Pienso en que hay que mejorar en los próximos partidos”, expresó. ¿Sigue nomás?

Barrio Jardín es como Londres. Pero las brumas del populoso barrio cordobés no son niebla natural. Son mucho más que la espesura de la realidad que aún carcome y no escapa a que los rumores, que los indicios, sean casi realidades. Eso mismo. Por ello, el partido de la T era post 90 minutos. La derrota consumada en Mendoza a manos de Deportivo Maipú 2-1, en la cuarta fecha del Apertura del Argentino A, apenas entregó más incertidumbre. O quizás la prolongó en busca de un aire fresco que congele las decisiones que parecen inminentes.

Tanta vuelta se dio, tanto cambió el Mundo Talleres que en menos de 72 horas todo mutó de golpe. Los integrantes de la Fundación Azul y Blanco trabajan mano a mano, incansablemente. Tomaron el club con una prestancia que hizo que no se notaran muchos los abruptos cambios. El Órgano Fiduciario puso las barbas en remojo y, tras ello, los indicios que dejaron filtrar el plantel y el cuerpo técnico abrieron los interrogantes de realidades indisimulables. Primero que nada, fue el caso en el que Federico Lussenhoff le confesó a los periodistas presentes en la Boutique antes de partir a Mendoza que analizaba su continuidad. No son caprichosas tales versiones que fueron emanadas y ratificadas por el propio capitán. El jugador ayer no quiso hablar más nada del tema, pero es algo que analiza con creces aunque el viaje a Mendoza le abrió los ojos y el corazón para hacer más meditada aún su continuidad o alejamiento. “Hay que seguir empujando. Esto sucedió, ustedes llegaron y tienen que hacer lo mejor por el club, por la gente y por los jugadores”, fue lo que le habría dicho el Colorado en diversas charlas en el hall del hotel a los representantes de la Fundación que acompañaron la delegación. “Lo notamos muy bien, con pilas, con ganas. Bueno, hay que respetar todas las decisiones. Ernesto (Salum) anunció días atrás que es intención nuestra la de respetar todos los contratos, e incluso los acuerdos paralelos”, confió la misma fuente a Día a Día. La “buena onda” se terminó de cristalizar con el festejo del cumpleaños de los dos arqueros: Matías Giordano y Leandro Requena que cumplieron el viernes pasado. El sábado, hubo cantos, muy buena camaradería y torta de cumple. “Nosotros estamos bien. He hablado con esta gente y nosotros tenemos que jugar. Pero estuve un poco preocupado. Creo que hablando y puliendo algunas cosas no tiene por qué haber problemas de ningún tipo. No he pensado nunca en irme de Talleres”, recalcó el volante Miguel Monay.

Claro, ante la eventual decisión del alejamiento de Lussenhoff (que aún sigue con signos de interrogación) trascendió que algunos de los que arribaron como refuerzos podría seguir el mismo camino.

¿Hay DT para rato? Es la pregunta con menos certezas en su respuesta. “No pienso hablar una sola palabra. Lo voy a hacer el sábado después del partido”, fue la frase del entrenador Roberto Saporiti los días pasados. Miércoles, jueves y viernes repitió la misma canción. Apenas confirmó qué equipo pondría. Por lo demás, el entrenador parecía a las puertas de una decisión seria. “Nosotros no vamos a cortarle el contrato a nadie. Indudablemente que vamos a hablar en el caso de que los resultados no nos acompañen. Pero nuestra intención es que siga todo el mundo, desde que colaboramos con el Fideicomiso”, le dijo anoche el presidente de la Fundación Azul y Blanco a este medio. Mientras tanto, el entrenador Roberto Marcos Saporiti declaró tras el encuentro que quiere seguir en el club. “Quiero seguir en Talleres. Lamentablemente nos volvieron a anotar de pelota parada, pero son cosas que iremos corrigiendo con el correr de los partidos”, dijo.Mientras, agregó: “No voy a hablar nada de cuestiones institucionales. Mi ánimo está bien. Yo voy a tomar las decisiones que tome cuando se tengan que tomar”.

El DT y la fundación. Se sabe que el técnico prácticamente no tiene diálogo con la Fundación y que se está manejando con el Fideicomiso. Incluso, antes de la caída de Ahumada los ninguneó: “No sé quiénes son esos de una Fundación. Que se juntan y hablan y hablan. Pero acá, el único notable que yo conocí se llama Amadeo Nuccetelli”. El mismo Salum supo contestarle duramente al técnico de Talleres, que en ese entonces tenía puesta la camiseta de Ahumada “a muerte”, afirmando que si “se va Ahumada, me voy y se van los jugadores”. La realidad indica que nada de eso ocurrió y que la relación rota entre el DT y el hincha está candente.

Ayer, en la cancha, fue increpado duramente por los más de 800 hinchas que acompañaron a la T. “Sapo sos un ladrón”, es escuchó con mucho malestar por parte de los simpatizantes. “No hay plan b, nosotros estamos tratando de que Talleres salga a flore. Ojalá que los periodistas y la gente se den cuenta de que Talleres está destruido. Hoy (ayer) perdimos en todas las divisiones, necesitamos que el hincha y la gente nos ayude a salir”, finalizó Salum.

Nada hace presagiar que esta semana sea calma. El mar está picado en barrio Jardín. Los pasos a seguir indican que habrá que estar atentos a si Lussenhoff se autoconvence y da marcha atrás y si el DT está dispuesto a aguantar un poco más.

Lussenhoff dijo que hablará después. Recaliente por la derrota, Lussenhoff manifestó que no se pueden seguir cometiendo los mismos errores. “No nos puede seguir pasando esto, pero bueno es algo que tenemos que corregir porque nos está costando los partidos”, declaró al término del encuentro. En torno a su continuidad, se excusó: “Estoy meditando todo lo que voy a hacer, pero prefiero no hablar nada ahora. En la semana hablamos”. Mientras tanto queda un manto de dudas en cuanto a saber si seguirá. Tres cosas le tiran: su “lealtad” para con Carlos Ahumada a quien se le cortó el gerenciamiento; la posibilidad de que la Fundación se comprometa a respetarle sus acuerdos con la anterior directiva y sus ganas de “retirarse” de otra manera.