El organo fiduciario sugirió un “no” a la propuesta de Ateliers para reducir el pasivo y embargó los 900 mil pesos que había depositado la SA. Tale debe decidirlo, además de cortar la concesión. Mientras, todo repercute en el equipo.

La lluvia ácida no cesa. Esa degradación pega en la cabeza, en los que conducen y rebota en las piernas, en los que juegan. En la Zona 3 del Argentino A Talleres tiene un punto, ínfimo, de aquellos seis ya transcurridos. El equipo se fue armando como se pudo. El director técnico parece estar al borde del colapso y ya no goza del consenso ni del hincha, ni de la dirigencia. Encima de que no tuvo un buen domingo tras el empate con Racing, los reveses para Ateliers se sucedieron ayer en los estrados judiciales.

El expediente volvió a engrosarse. El órgano fiduciario, constituido por Gustavo Eluani y Daniel Ruffener, dio su punto de vista negativo respecto de la reciente propuesta que hizo la empresa que gerencia a la institución y que tenía que ver con un aporte en cuotas semestrales de 900 mil pesos para cancelar el pasivo concursal, a cambio de una nueva modalidad de contrato. ¿Ejemplos? Que se extienda la concesión hasta 2018; que en caso de que no se prospere económicamente con la nueva planificación, la empresa cuente con el predio de avenida Circunvalación como un “seguro” ante la eventual “pérdida” y que goce de las potestades absolutas para actuar sobre la institución. ¿Entonces? La opinión de los fideicomisarios tendrá luz en una sentencia del juez.

“Es inaceptable que a Ateliers se le otorgue la gestión total del club sin control alguno... Es improcedente que se aparte completamente de los objetivos y disposiciones de la ley de salvatajes de entidades deportivas”, rechazaron los fiduciarios y fueron tajantes: “Instalan mediáticamente una propuesta ocultando las contraprestaciones que se pedían a cambio. Resultan contrarias a los intereses de los acreedores y de la quiebra. Y disimula la compraventa encubierta del predio”.

Cabe recordar que Luis Fuentes, presidente de Ateliers, depositó 900 mil pesos en el Banco de Córdoba con el fin de “demostrar” que esa propuesta se trataba de “hechos, no palabras”. Pero, como contrapartida, el órgano fiduciario trabó un embargo sobre ese dinero. Los motivos también están expresados en el expediente: “La caución exigida por el pliego establecido para proteger el interés de los acreedores es insuficiente”, y no será tocada, entonces apuntaron a esa cuenta. Considera el fideicomiso: “Las deudas recientemente generadas del pasivo laboral, por Ateliers alcanzan 1,5 millones de pesos”. Y discriminan que por un lado deben pagarse deudas por los juicios contraídos (empleados despedidos) y, por el otro, el gasto de la martillera (118 mil pesos) cuando se pidió tasar el predio y unos 60 mil pesos correspondientes a lo gastado (alquiler de estadio, impuesto a las ganancias e IVA) cuando Ahumada se rehusó a correr con los gastos del partido contra Ferro en la última fecha de la B Nacional pasada, en el Chateau, dado que la Policía lo “sacó” de la cancha.

Entonces, ese conglomerado de deudas y de juicios llevó a la dupla que aconseja al juez (quien decidirá) a embargar ese dinero depositado para otros fines. “Fuimos sorprendidos en la buena fe y nos embargan ese dinero a pagar los juicios de Ateliers que están en curso, es decir que no son deudas reales. Acá es muy claro el accionar”, le dijo, molesto, Juan Vila, el abogado de Ateliers a Día a Día. ¿Imposible hablar con Tale? “Si tuviéramos otro tipo de relaciones sí, pero tenemos el diálogo invalidado”, recalcó Vila.

Las paradojas son increíbles en Talleres. Mientras esto pasa, un grupo de empleados se reunió ayer. “Se cumplieron los tres meses de que no le pagan el sueldo a los médicos y kinesiólogos; mientras que preparadores físicos y entrenadores de inferiores llevan dos adentro”, confirmó la fuente. Y lo peor está por venir. “Esta semana van a haber algunas novedades. Supongo que lo más viable es la presentación de un recurso de casación ante el eventual corte de contrato. Pero tenemos que ver qué hará su señoría (Tale)”, dijo el abogado Vila.

Cada cual en lo suyo. El equipo se entrena al margen de lo institucional. El DT, cada tanto, toma partido en la cuestión y es observado. El gerenciador mantiene sus peleas personales (en México) y sigue adelante. La gente compra su entrada, se asocia y va a alentar sin saber qué pasará. La oposición se reagrupa y el juez analiza, pisa la pelota y piensa. Es el partido de este Talleres derruido que se juega con expedientes y con pelotas. Carlos Tale tiene en sus manos una nutrida agenda de decisiones y un sello en la mano para bajar el telón a una etapa.