A tono con la inflación, a Talleres le salió caro equivocarse en el primer tiempo. Después, fue tarde.

Buenos Aires. La racha triunfal de Talleres se interrumpió anoche en La Paternal, donde Chacarita Juniors lo superó por 2 a 1. El Funebrero hizo la diferencia en el primer tiempo y después soportó la reacción de la “T”, que no alcanzó para prolongar la seguidilla de resultados positivos que arrastraba hasta ayer.

Chacarita fue superior desde el comienzo, gracias a las triangulaciones entre Figueroa, Gómez y Penta. Ni los volantes ni los defensores de Talleres le encontraban la vuelta, y el conjunto tricolor tuvo el balón durante los primeros 20 minutos.

Así y todo, el local se puso en ventaja en una jugada “sucia” y por un error del arquero de la “T”. En una pelota que parecía fácil, Brasca no la pudo dominar con los pies y debió cometerle penal a Milla, de cara al gol. Era expulsión para el “1”, pero el árbitro lo perdonó. Después, Insaurralde puso el 1-0 con un tiro esquinado.

Talleres no hacía pie en el partido y le daba espacios a un Figueroa inspirado, que a los 17 minutos pudo ampliar, cuando su remate dio en el travesaño.

Después de esa jugada, el albiazul equilibró el juego en la mitad de la cancha y empezó a arrimar algo de peligro. Y, como si se tratara del “juego del error”, llegó al empate gracias a una devolución de gentilezas de la defensa local: Cuevas no tuvo más que empujar el balón al gol, tras una salida fallida de Bernacchia, luego de un córner de Rosales, y un cabezazo de Trullet que lo habilitó en soledad.

Pero la noche de La Paternal tuvo a Figueroa como “el distinto”, capaz de quebrar el empate con un gol de 40 metros a los 37 minutos. Y cerca estuvo de marcar el tercero pocos minutos más tarde, tras una gran apilada entre tanto estatismo de la “T”.

Así, Talleres se fue al vestuario con preocupación y también con la convicción de que la estaba sacando barata.

Al frente. En el arranque del complemento pareció que el dominio local continuaría, después de que un desborde de Milla estuviera apunto de traducirse en gol de Figueroa.

Sin embargo, Talleres se adelantó y metió a “Chaca” en su propio campo. Rimoldi fue un prolijo distribuidor del balón, apuntalado por Lussenhoff, que se adelantó unos metros.

Talleres llegó a través de un remate de Rimoldi que se fue cerca y un cabezazo de Mauro Herman, en posición prohibida, que terminó en la red, pero fue anulado.

Pese a la levantada, a la “T no le alcanzó y Chacarita justificó la victoria por la diferencia que marcó, en el juego y en el resultado, en los primeros 45 minutos.