Angel David Comizzo es el nuevo entrenador de Talleres. Presenciará el partido ante la “Lepra” mendocina esta tarde y asumirá el próximo lunes.

Angel David Comizzo, a los 45 años (para 46 este mismo mes) de alguna manera cumple el sueño del pibe. Dirigir donde debutó y no es poca cosa. Atendió el llamado de LA MAÑANA Roberto “Totó” García, uno de sus representantes y el “Flaco” no reparó en elogio hacia Talleres, hacia Córdoba soñando con cumplir los objetivos. Es su primera experiencia como técnico y así presentaba a quienes lo acompañarán: “El cuerpo técnico se conforma con Celso Ayala que va a tardar un par de días en llegar al realizar algunos trámites en Paraguay y tampoco tuvo dudas. Creo que llega entre domingo (por mañana) y lunes. Y el preparador físico es Miguel Fito, un hombre experimentado que estuvo en San Lorenzo y seguramente vamos a tener la ayuda de algunos amigos cordobeses sin lugar a dudas”. Comizzo estará presente esta tarde en el Chateau, en ocasión del partido ante Independiente Rivadavia de Mendoza y al opinar sobre cómo cree que lo recibirán los hinchas sostuvo: “No sé. Me decían unos amigos que el consenso de la gente era muy bueno, ojalá sea así, esperemos que el público me reciba de la mejor manera pero por sobre todas las cosas el apoyo debe ser hacia el equipo”.

El ex arquero de la “T”, River y Banfield entre otros recordó que “en Atlético de Rafaela en el 2004 me retiré. Desde ahí estudié como técnico, me capacité y si bien hubo algunos sondeos con otros clubes, no llenaban mis expectativas pero cuando me hablaron de Talleres ni dudé”.

-Inclusive de Talleres hubo anteriormente contactos, no?
-Sí, es verdad. Hace un año me habían hablado y sufrí ahí una pequeña desilusión... Lo que pasa es que cuando uno sueña este tipo de cosas se hacen realidad porque uno es capaz de soñarlo... ¿no?

-¿Quiénes lo hablaron?
-El contacto lo hicieron Martín Vilallonga, Carlos Ahumada y Antonio Fauro. No hubo ningún tipo de dudas desde el primer momento en que empezamos a conversar, al menos de mi parte de qué era lo que tenía que hacer... Y no pasa por lo económico, para que quede claro.

-¿Y se cumple un sueño, de comenzar a dirigir en el club donde empezó a jugar?
-Es un placer muy grande que me regala el fútbol, tengo la posibilidad de iniciarme como entrenador justamente en el equipo donde inicié mi carrera profesional como futbolista y en donde pasé seis años bárbaros, donde Talleres me proyectó hacia el fútbol grande. Estoy identificado con el club, con la camiseta, con la gente... La ilusión de dirigir a Talleres... Estoy muy contento y esperemos hacer las cosas bien.

-¿Ya lo conocía a Ahumada?
-Personalmente no. Imaginate que yo jugué en León de México, cuando me voy de allí después de tres años él compró el equipo.

-¿Considera que agarra un equipo con muchas necesidades deportivas?
-No lo veo así. Tenemos un muy buen grupo de jugadores, con excelentes individualidades e intentaremos hacer un buen equipo. Estamos a ocho puntos de los tucumanos que tienen el mejor equipo, pero hay mucha ilusión de hacer un buen torneo. Falta muchísimo y se ha visto equipos que estando lejos faltando tanto lograron cosas.

-¿Todo posible?
-Por supuesto. Hay muy buenos jugadores. Los he visto, he mirado los partidos. Además no solamente esta última semana porque cada vez que jugaba Talleres a uno siempre lo atrae. Hay buenos jugadores, ahora trataremos de armar un buen equipo.

-Es su primera participación como técnico. ¿La expectativa de una es ascender o consolidarse?
-Uno siempre quiere dar lo mejor. Pero el objetivo tirado en la mesa, es encarar 15 finales llevarán al equipo a donde se merece, porque es un grande, por su poder de convocatoria.

Que se dedicara a otra cosa. La vida deportiva de Angel Comizzo pasó por muchas situaciones. Siempre contó que en sus inicios “llegó la posibilidad de una prueba a Central, yo tenía que tomar una decisión, mi viejo quería que laburara pero me la jugué y me fui de Reconquista. Y después de 6 meses, a mí y a Oscar Tedini nos comunicaron que no teníamos condiciones, que nos dedicáramos a otra cosa. Habré estado un mes y apareció Humberto Savoia, un poco mi padre futbolístico, me consiguió una prueba en Talleres y quedé”. Asegura que Central, por su pase pedía 10 botines y 5 pelotas. “Me sentí muy mal. En Central me dijeron que me dedicara a otra cosa, pero Aurelio Pascuttini me veía ciertas condiciones y me quería dejar para la Liga local. Fue entonces cuando el tesorero de Central ofreció delante mío los botines y las pelotas. Ahí nomás me levanté. No puedo soportar que ofrezcan eso por mí, dije y me fui”.

Y cayó en 1982 a Talleres, por ese entonces con Angel Amadeo Labruna en el banquillo. “El ‘viejo’ no me veía condiciones pero el que más le insistió fue Rodolfo Talamonti, su ayudante. Angel necesitaba un tercer arquero, porque ninguno de los importantes, Baley y César Mendoza, querían ir al banco. Y ahí calzó justo mi hacha: yo agarraba el banco todos los partidos”, dijo.

La revista “El Gráfico” en un reportaje en 2002 le preguntó si en Talleres pasó hambre y contestó: “Hambre no, pero no pocas veces comí salchichas con arroz blanco. Yo tuve un conflicto en el club, quedé por el 20 por ciento, justo había nacido mi hijo y tuve que reventar el auto para poder pagar la casa”.

Y recordó cuando lo “colgó” Amadeo Nuccetelli por una huelga al sindicarlo de cabecilla. “Estuve un año sin jugar pero cuando se fue Nuccetelli y asumió (Miguel) Macías volví a jugar gracias a la ‘Pepa’ Reinaldi”.