Ernesto Maluf

Con dos goles de Iván Borghello, uno de penal, Talleres se adjudicó el clásico merecidamente al derrotar a Instituto por 2 a 0 en el Chateau ante 30 mil espectadores. La “Gloria” perdió su segundo clásico consecutivo y se quedó con uno menos por la expulsión del “Tano” Riggio.

Sin atenuantes, categórica, inapelable... así fue la victoria de Talleres sobre Instituto en el clásico cordobés por 2 tantos contra 0. La “T” dominó las acciones de principio a fin, impuso condiciones desde el principio y hasta pudo haberse dado el gusto de anotarle uno o dos goles más a una “Gloria” golpeada, diezmada y totalmente inexpresiva. Ya a los 13 minutos de iniciado el jugo, el “Albiazul” cantaba victoria por la anotación de Iván Borghello, luego de una sesión de Héctor Cuevas en la puerta del área grande y de dejar en ridículo al arquero Diego Pozzo. Instituto nunca supo encontrarle la vuelta al partido, careció de un conductor, no tuvo ideas para inquietar a la última línea de la “T” y tanto Riggio como Buján siempre perdieron por las bandas en detrimento de Buffarini y Rivera ó Dolci, respectivamente.

Con el transcurrir de los minutos, Talleres siguió siendo el mejor de los dos y pudo haberse ido a los vestuarios ganando por un gol más de diferencia pero falló en la puntada final. Lo tuvo Borghello con un remate cruzado que se fue besando el poste izquierdo de Pozzo a los 19. Lo tuvo el propio rosarino tras un centro de Miralles desde la izquierda que supo abortar el guardián “Albirrojo” en tiempo y forma a los 40. Y lo tuvo Buffarini con un remate que se fue por encima del travesaño cuando se moría el primer acto.

El complemento no pudo haberse iniciado peor para los de Alta Córdoba, ya que se quedaron con uno menos por la tonta expulsión del “Tano” Riggio a los 4 minutos. Si hasta ese momento Instituto había sido indolente, imagínense con un hombre menos. En contra partida, la “T” comenzó a florearse, abusando del toqueteo intrascendente en la mitad de la cancha pero amenazando cada vez que apretaba el acelerador. El 2 a 0 llegó a los 29 minutos, tras un penal de Pozzo contra Cuevas en un réplica mortal de los locales.

Borghello se encargó de cambiar el penal por gol para volver hacer estallar a las 30 mil almas “Albiazules” que se dieron cita en el Chateau. Inobjetable victoria de Talleres que supo establecer claras diferencias ante su rival de turno y volvió a darle una gran alegría a su gente mostrando picos muy altos en su rendimiento. La contra cara fue este Instituto desteñido, desconocido, vacío que todavía no ganó en el campeonato y que sumó su segundo clásico perdido de manera sucesiva.

El viernes por la noche en el Estadio Córdoba, todo fue “Albiazul” no sólo porque no hubo público visitante, sino porque en la cancha hubo un solo equipo y ese fue el de Salvador Capitano.

Talleres (2): Valentín Brasca; Leandro Álvarez, Julián Maidana, Marco Torsiglieri y Germán Rivera; Julio Buffarini (91´ Juan Cruz Gill), Cristian Basualdo y Franco Dolci; Ezequiel Miralles (77´ Matías Quiroga), Iván Borghello (87´ Mauro Herman) y Héctor Cuevas. DT: Salvador Capitano.

Instituto (0): Diego Pozo; Leonel Pilipauskas, Pablo Nieva, Iván Furios y Franco Sanchírico; Renato Riggio, Ignacio Griva (66´ Silvio Romero), Mariano Echagüe y Hernán Buján (82´ Benito Montalvo); José Sánchez (61´ Luciano Alvarez) y Matías Saad. DT: Héctor Rivoira.

Goles: 13´ y 74´ Borghello (T), el segundo de penal

Expulsado: 49' Riggio (I)

Amonestados: Brasca, Maidana, Rivera y Basualdo (T). Furios, Griva y Sánchez (I).

Cancha: Estadio Córdoba. Árbitro: Alejandro Sabino (Regular) Asistentes: Ariel Bustos y Norberto Moyano

Público: 30 mil espectadores