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Javier Pastore, una promesa del semillero, jugó cinco partidos de B Nacional. Foto: LaVoz / Sergio Cejas / Archivo.

Hugo García y Marcos Russo

La Justicia le apunta a Ateliers, que habría recibido dinero por la venta del juvenil.

El caso de Javier Pastore (18 años, de las inferiores de Talleres) puede traerle un serio dolor de cabeza a la gerenciadora albiazul. Con permiso de Ateliers, el pibe fue a prueba a Huracán de Parque Patricios, pero no pudo incorporarse ya que no fue autorizado por el fideicomiso de la quiebra y nunca regresó al club de barrio Jardín, donde jugó desde los 8 años.

Por orden del juez Carlos Tale, los fiduciarios Gustavo Eluani, Mario Sarrá y Walter Ruffener elevaron un informe en el que cuestionaron seriamente a Ateliers. Reclaman haber autorizado a Pastore a irse a prueba al Globo –según la concesionaria, por pedido de los padres– sin la venia judicial correspondiente. Además, al fideicomiso tampoco le cerró que haya sido Carlos Granero, en audiencia pública, quien haya dado cuenta de la intención de Huracán de sumar al jugador a préstamo por un año sin opción y, mucho menos, que haya sido sólo verbal.

Y lo más llamativo es que el informe judicial dice sobre Granero: "El gerenciador informó a este fideicomiso que había recibido una suma a cuenta de un grupo empresario encabezado por el señor Marcelo Simonian, a quien el concesionario cedería el 55 por ciento de los derechos económicos del jugador, emergentes del contrato de concesión".

La situación preocupó más al tomarle declaración al apoderado del empresario, Luis Piendibene, quien ratificó que el grupo de Simonian había acordado con Ateliers el porcentaje del jugador y, según el escrito, agregó: "El convenio que celebraron se habría suscripto a fines de abril de 2007, en Córdoba".

La sorpresa final se la llevan los dichos de los padres de Pastore. "Los padres del jugador manifestaron que a su hijo ‘lo bajaron’ de la primera sin brindarles explicación alguna, ni mayores detalles de tal decisión, lo cual generó en el deportista y su familia un malestar con Talleres. Esta circunstancia los llevó a tomar la decisión de suscribir un contrato de representación con Simonian". Estas apreciaciones constan en el escrito de los fiduciarios, que siempre buscaron que el pibe firmara su primer contrato, por tres años.