"Me equivoqué"
Capitano
Capitano, autocrítico por su táctica ante Platense.
En un fútbol de “códigos” (un manual de excusas para evitar decir la verdad), no es frecuente que un protagonista haga autocrítica. Pero de vez en cuando, pasa. Ayer lo hizo Salvador Capitano, el DT de Talleres. La referencia fue al plan de juego con el que se perdió ante Platense. “Me equivoqué en el planteo del partido con Platense”, dijo Capitano, en el inicio de los preparativos para visitar a Almagro, el sábado a las 15.30.
“Fue muy arriesgado el planteo, por la situación en la que llegábamos al primer partido: con mucha gente nueva. Cuando uno arriesga, lo puede pagar. Eso fue lo que pasó. Arriesgué y salió mal”, amplió el DT.
–¿Por qué cambió?
–Iban a jugarnos con un atacante. Pensaba que poniendo a Buffarini y Quiroga por las puntas, más Borghello y Cuevas y Azcurra de enganche, íbamos a proponer el partido. Por momentos fue así, pero tuvimos problemas en la contención y el equipo no estuvo compacto. Igual no me arrepiento, porque la idea era atacar.
–¿El cambio fue consensuado con sus colaboradores o el plantel?
–Veo a los jugadores cómo están y tomo decisiones. Los jugadores se limitaron a acatarlo. Lo ensayamos la semana anterior.
–¿Desde la gerenciadora le manifestaron que había que poner un equipo “más ofensivo”?
–Nunca, jamás. No creo que se atrevan a una cosa de esas.
–Usted se hubiera ido…
–Ateliers me conoce. No creo que eso pase. Es gente muy ubicada. Fue una decisión mía. Intenté armar el equipo más ofensivo posible. A los jugadores les dije que se quedaran tranquilos. Estoy contento con la actitud del equipo.
–¿Está contento con la llegada de Grosso?
–Sí. Lo conozco a él y a Torsiglieri.
–¿Conforme con el plantel?
–Estoy conforme porque se han hecho los esfuerzos para contratar lo mejor que se pudo.
–¿Está bien el diálogo con el plantel?
–Sí, el diálogo está perfecto. Saben cómo es la situación. Ahora vamos a ir a ganar contra Almagro.
–¿Siente que empieza a jugarse el puesto?
–No. No soy mejor ni igual ni peor por ganar o perder un partido.