Trajo el inflador
Salvador Capitano asumió como técnico de Talleres y hace hincapié en la cuestión anímica.
“La situación es difícil, pero a su vez me tentó lo que significa dirigir a Talleres”. El flamante entrenador albiazul, Salvador Capitano, se presentó en el predio El Bosque a sus nuevos dirigidos y rápidamente se puso a trabajar en dos aspectos: la defensa y la cuestión anímica.
El reemplazante de Ricardo Gareca fue presentado por Ricardo Finocchiaro, vicepresidente de Ateliers, al plantel de Talleres. Capitano aprovechó la presentación para empezar a influir en el aspecto anímico. Tuvo un largo diálogo con sus nuevos dirigidos, donde les habló sobre lo que se viene y de aprovechar los últimos partidos para pensar en su futuro.
“Ellos tienen que entender que tienen que jugar estas fechas con todo. Hay jugadores de experiencia y jóvenes. Quiero que entiendan el lugar donde están, de por qué llegaron a esta institución. Lo que alguna vez fueron no se pueden haber olvidado”, afirmó luego Capitano en rueda de prensa y agregó al respecto: “Tienen que saber que Talleres es un club grande, y aprovecharlo: motivarse pensando en el futuro”.
El entrenador rosarino que dijo que el objetivo a corto plazo es “sumar la mayor cantidad de puntos”, pero agregó pensado más allá: “Creo que podemos salir de esta situación. Talleres es un equipo con destino de Primera División. Me gustaría, una vez eludida esta parte, colaborar para el próximo año y dar satisfacciones”.
“Lo que más me preocupa es la cantidad de lesionados y suspendidos. También la conformación de la defensa”, afirmó el ex técnico de la “U” de Chile. Por tal motivo, tras la charla con el plantel realizó varios trabajos con los defensores. “Quiero un sistema claro, que los jugadores lo entiendan e interpreten”, aseguró.
Antes de retirarse del entrenamiento, el DT pidió “no presionar más, porque la presión significaría un retroceso. A la gente hay que entenderla, por la situación en que está Talleres; pero la única manera de ayudar es con el aliento”.