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El triste final de Ricardo Gareca se concretó tras la caída 1-0 frente a Atlético de Rafaela. Foto: LaVoz / Sergio Cejas.

Se fue Gareca II

Ricardo Gareca renunció de manera indeclinable. Se fue sin ganar en su última gestión.

La cuerda se había tensado demasiado y finalmente ayer, tras la derrota, se cortó: Ricardo Gareca puso fin a su cuarto ciclo como entrenador de Talleres.

La situación no daba para más. Antes de cumplir su 11º partido sin ganar, Gareca había renunciado tras perder el clásico con Instituto, en la octava fecha. Aquella vez, el gerenciador Carlos Granero lo convenció para que siguiera. La semana pasada, luego de caer 3-0 con la CAI, "el Tigre" volvió a poner en duda su continuidad.

Finalmente decidió seguir, pero sólo por una formalidad: en el entrenamiento del miércoles pasado les comunicó al capitán Diego Garay y al subcapitán Javier Malagueño que se marcharía, cualquiera fuera el resultado contra Atlético de Rafaela.

Las señales de las que hablaron ciertos dirigentes se cumplieron:Gareca, abatido, culminó otro ciclo en la "T".

Descomprimió. "Hasta acá llegamos. Lamentablemente me hubiese gustado irme de otra manera, pero se intentó todo lo que se pudo y creo que es el momento de descomprimir un poco la situación. Es una lástima, un club al que uno le tiene tanto cariño y que me tenga que ir así...", comenzó Gareca su mensaje de despedida.

"Es un dolor muy grande, pero los resultados han sido pésimos y ya me parece que es lo mejor para que el plantel pueda salir de esta situación. Es una decisión tomada. Quiero agradecerle a todo el mundo el respaldo que he tenido, me pareció muy importante, pero no da para más", agregó DT que consiguió el ascenso a Primera en 1998 y ganó la Conmebol en 1999.

En su retirada, disparó un par de dardos. "Para muchos que estaban preocupados de que no me insultaban, hoy me p... bastante. Así que deben estar contentos o más tranquilos. No fue la mayoría, pero está en su derecho porque la campaña fue muy mala. Me aguantaron demasiado", agregó.

Ídolo. Al comienzo, cuando Gareca se dirigió al banco, la platea lo aplaudió y él retribuyó el apoyo con un saludo. Enseguida, todo el estadio coreó su nombre y el salió y levantó la mano. "Olé, olé, Tigre" o "el Tigre no se va", son melodías que Gareca no olvidará. ¿Habrá sido su última gestión en el club?