Tras conseguir retener una vez más a Ricardo Gareca, el gerenciador Carlos Granero manifestó sentirse «muy preocupado», aunque por lo deportivo y no tanto por los institucional, según le confió a su círculo íntimo.

Es más, Granero remarcó que no dejará el cargo, y que la semana pasada, cuando en una entrevista exclusiva con LA MAÑANA «convidó» a los opositores a conducir el club, no recibió ninguna propuesta.

Al gerenciador le cuesta creer que, aun jugando mal, el equipo no haya podido obtener al menos un triunfo, en un torneo donde la mediocridad es moneda corriente. Por eso llegará mañana a Córdoba con la intención de reunirse con el plantel. ¿Se terminará prematuramente el Clausura para algunos futbolistas? Ni Granero, ni muchos menos Gareca lo dirán públicamente, pero en una situación como la que atraviesa Talleres, no se descartan medidas extremas.

Granero no las tomará con el cuerpo técnico, porque Gareca es el paraguas para evitar males mayores con un público en ebullición, y porque no tiene a mano un candidato que reemplace al «Tigre» y garantice sacar al equipo a flote.