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Matías Jara complicó con su velocidad al fondo de Talleres. Aquí lo sufre el arquero Pozo. Talleres perdió ante la CAI y suma 15 partidos sin ganar. Foto: Gentileza El Patagónico de Comodoro Rivadavia.

David Vázquez - Especial para LA MAÑANA desde Comodoro Rivadavia

Talleres no sale de la malaria. Perdió con la CAI por goleada, sigue último, baja en el promedio y su técnico está a punto de irse. ¿Cómo se sale de esto? ¿Hay alguna solución? ¿Hasta cuándo Talleres dejará de dar lástima? Porque esa sería la palabra justa para graficar este momento. Talleres es un equipo que siempre da la sensación de que le van a convertir y no sólo eso, cuando lo embocan todo se le hace cuesta arriba.

Y no le echemos la culpa al viento o al frío sur argentino. Talleres perdió por goleada ante una mínima expresión futbolística como la CAI, que no le hizo más goles porque no quiso.

Talleres tocó fondo, la impotencia que tienen y sienten los jugadores se hace ver fecha a fecha pero esa impotencia no deja ver la vergüenza deportiva que necesitan tener.

Jugó bien los primeros 20 minutos del partido. Gareca planteó un 4-4-2 con Correa en el lateral izquierdo, Medina y Giménez repartiéndose el medio y en los carriles Mannara de un lado y Villarreal de otro, más Garay y Píriz Alvez arriba con una pobrísima expresión ofensiva.

Medina y Giménez se habían adueñado del medio presionando la salida de la CAI. Tuvo en ese lapso un buen número de jugadas con pelota parada, pues para Bertinotti las pelotas divididas fueron de la «T». Dio la idea de que el partido estaba controlado, solamente faltaba que Garay se enganchara hacia arriba pero eso nunca sucedió, tanto que se podría decir que Talleres jamás pateara al arco.

Correa comete una infracción a Jara, el tiro libre lo ejecuta Rolle y Villegas agachándose ante la duda de Pozo pone de cabeza el 1-0. Y ahí se terminó Talleres, un Talleres impreciso, desordenado, incapaz.

Gareca cambia el esquema poniendo a Villarreal más arriba junto a Píriz pero no había claridad para manejar el balón y menos para que la pelota le llegue redonda a los delanteros.

A los 20´ del complemento se terminó todo. Cuando todos esperaban el centro De Filippi pateó a rastrón al arco y la bola se le metió a Pozo en el segundo palo. Al minuto Baroni se hace expulsar y el 3-0 llegaría con una gran corrida de Jara.

Quedaban 15´ para el final y la CAI estuvo ahí de hacer más goles pero le perdonó la vida.

Perdió Talleres. Es una sombra, un equipo que deambula sin ideas y sin respuestas.