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Mientras se prepara para visitar a la CAI, Buffarini contó que el apoyo que recibe de los hinchas le da confianza. Foto: LaVoz / Antonio Carrizo.

Buffarini ansía que se corte la mala racha y se emociona por el apoyo.

Aunque tiene 18 años y apenas un puñado de partidos en la primera de Talleres, Julio Buffarini es de los jugadores más queridos por el público albiazul. Además de haber surgido de la cantera del club, lo que le da un plus con la gente, el pelirrojo volante deja litros de sudor en cada presentación. Eso, en el contexto de la pobre campaña, se valora mucho.

Ayer, el entrenador Ricardo Gareca planteó como única duda la inclusión de Buffarini o de Pablo Mannara para visitar a la CAI. Pese a ello, el pibe de General Cabrera está motivado con jugar en Comodoro Rivadavia. “Vamos con la expectativa que tenemos de hace varios partidos: de revertir la situación de una vez por todas”, dijo Buffarini.

En la práctica de ayer, “Chacho” fue volante por derecha, su puesto natural. “Ahí me siento muy bien. De ‘doble cinco’ no he rendido mucho. De volante por derecha me gusta más porque es mi puesto”, explicó.

–¿En qué te cambia?
–En la banda puedo gambetear y desbordar más. Por el medio hay que ser más simple y jugar a uno o dos toques.

–¿Qué conclusión sacás de los partidos que jugaste?
–Siento que me falta experiencia, pero creo que estoy andando bien y que estoy corriendo mucho.

–Es como que te falta terminar bien las jugadas...
–Sí, hago todas las cosas bien, pero al final las termino mal. Voy a tratar de corregirlo.

–¿Cómo es para un chico de las inferiores sentir el aplauso del público?
–El apoyo de la gente me hace tomar más confianza. Contra Instituto, cuando la gente empezó a gritar mi apellido, la verdad que me cayó muy bien y me agarró de sorpresa. No sabía cómo reaccionar porque era la primera vez que me pasaba.

El equipo. Pozo; Trullet, Compagnucci, Baroni y Conti; Buffarini o Mannara, Giménez, Medina y Correa; Garay y Píriz Alvez.