Por Daniel Willington Ex jugador y director técnico de Talleres e Instituto.

Los dos equipos vienen muy mal, no le ganan a nadie, pero le veo más posibilidades a Instituto por sus delanteros, la gente fuerte que tiene arriba. Pero los clásicos son especiales y los gana cualquiera.

A los dos equipos les hacen falta los puntos, está a la vista cómo están jugando. Tienen una mediocridad que no permite pensar que puedan salir.

Va a ser un clásico en el que la gente no va ir a ver fútbol. Va a ver a dos equipos que están necesitados de ganar y nada más. También el ímpetu de los jugadores, pero futbolísticamente ¿qué pueden ver?

Yo jugué en el tiempo en que había jugadores para hacer dulce. Jugué el Nacional ‘73 para Instituto porque Talleres me había prestado. Adelante jugábamos Saldaño, Ardiles, Kempes, Beltrán y yo. Era un equipazo, que desgraciadamente no nos fue bien al principio.

Recuerdo cuando dirigía a Talleres y ganamos el ascenso en el Chateau, el 3-1 de 1994. Esos eran equipos que sabían lo que hacían dentro de la cancha.

En el tiempo en que yo jugaba, el clásico de Córdoba era Talleres-Belgrano, Instituto tenía el suyo con Racing. Ahora se llama clásico porque juegan en la AFA, antes era un partido más.

No voy a la cancha porque la gente empieza a hablar y me pide que agarre el equipo. No estoy para escuchar eso porque hay alguien trabajando y hay que dejarlo tranquilo. Veo la situación de Talleres, cómo está, quien lo maneja... Si yo estuviera, capaz que me pasaría lo mismo que a Gareca. Esta temporada se empezaron mal las cosas: en vez de traer jugadores, primero se trajo un técnico. Ahora dicen que al equipo no lo armaron ellos (los dirigentes), cuando lo armaron junto con Roberto Saporiti.

Espero que el del sábado sea un clásico tranquilo, porque estamos cansados de ver que se peleen entre ellos. Ojalá que sea un clásico de alegría y que no haya que lamentarse que pueda pasar cualquier cosa desafortunada.