En 1920, el fútbol cordobés era un fiel reflejo de su espíritu amateur. Canchas sin césped, muchas veces antirreglamentarias y varias de ellas sin tribunas. Sólo el field oficial de la Liga Cordobesa, ubicado en el Parque Sarmiento frente al Hospital Español y la Sastrería Militar, reunía los requisitos elementales: una cancha “decente” y gradas para 5.000 personas.

Fue precisamente en ese escenario donde Talleres e Instituto protagonizaron los primeros choques. Después de algunos enfrentamientos amistosos, el primer choque oficial fue el del 23 de mayo de 1920, cuando Talleres ofició de local en esa cancha por disposición del Consejo Superior de la Liga Cordobesa, que fundamentó su resolución en la creciente rivalidad entre los “ferroviarios”, que hacían del estadio de los tallarines un local inseguro. Al final fue empate 2-2 y todo terminó en paz.

Al año siguiente, un jugador de Instituto, Le Bihan, se salió del “molde” y tuvo un gesto caballeresco en medio de tanta “bronca”. Después de que el árbitro concediera un penal para Talleres reclamado airadamente por la Gloria, reconoció ante el juez que había tocado el balón con la mano. Sus compañeros igual protestaron e incluso el arquero José Cardozo se paró en uno de los postes sin intención de detener el remate.