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Granero y Gareca (ampliar) se reunieron ayer en Buenos Aires para analizar la realidad futbolística de Talleres. Por ahora, la continuidad del "Tigre" en barrio Jardín está asegurada. Foto: LaVoz / José Gabriel Hernández.

Hugo Caric / [email protected]

Granero y Gareca se reunieron ayer en Buenos Aires. “El Tigre” puso su continuidad en manos del gerenciador y éste lo ratificó, aunque dijo que no lo obligará a quedarse.

No son buenos tiempos para Talleres. La derrota del domingo pasado ante Olimpo, la cuarta en seis partidos, sumergió al equipo albiazul en el fondo de la tabla de posiciones del Torneo Clausura de Primera B Nacional y volvió a poner sobre el tapete la continuidad del entrenador Ricardo Gareca. El propio "Tigre", apenas concluido el partido en Bahía Blanca, no le esquivó al bulto –más allá de que responsabilizó de la derrota al árbitro Raúl Bertinotti, quien cobró un dudoso penal a favor del local– y dejó entrever que podría dar un paso al costado si la directiva albiazul se lo pide.

"Ver a Talleres en esta posición, me incomoda sobremanera. Si ellos confían en mí, de mi parte está la convicción. Estoy dispuesto a ponerle el pecho a la situación, pero la conducción del club tiene que resolver. Siempre dije que no quiero ser un estorbo". Con estas palabras, Gareca tiró la pelota al campo de Ateliers, la sociedad que desde los primeros días de julio de 2005 concesiona a la institución de barrio Jardín.

Rápido de reflejos, Carlos Granero, la máxima autoridad de la "T", salió a respaldar la gestión del técnico que él mismo, en su rol de empresario, acercó por primera vez al club en 1996. "Gareca no se va a ir. De mi parte, la continuidad del entrenador no está en duda. Él tiene contrato hasta diciembre y mi idea es darle continuidad a su proyecto".

Encuentro cercano. Ayer por la tarde, Granero y Gareca se reunieron en Buenos Aires para analizar la campaña de Talleres, aunque ambos se apuraron a aclarar que el cónclave ya estaba previsto de antemano y que en ningún momento se avanzó sobre la posibilidad de interrumpir la actual gestión del cuerpo técnico. "Hablamos de cuestiones generales vinculadas a la realidad del equipo", comentó Gareca.

"La campaña no es la que esperábamos y todos deseamos que las cosas mejoren, pero creo que se trata de un problema de resultados. Por lo que he visto, y por lo que me han contado, la posición de Talleres en la tabla no refleja la realidad", comentó Granero. "Sin ir más lejos, el domingo en Bahía Blanca nos cobraron un penal que no fue", añadió el concesionario de la "T", respaldando la opinión negativa de Gareca sobre el desempeñó del árbitro Bertinotti.

Finalmente, Granero reiteró su apoyo a Gareca, aunque devolvió la pelota al campo del entrenador: "Él tiene contrato hasta diciembre y queremos que lo cumpla. Lógicamente, no lo voy a obligar a que se quede".