¿Adónde va Talleres?
Hugo García, Marcos Russo.
El gerenciador se hizo responsable del peor momento de la historia de la "T" y dejó entrever que su continuidad dependerá de los éxitos deportivos.
La realidad de Talleres muestra lo peor de su historia. Último en el Clausura, con la campaña más pobre en una divisional en la que siempre fue animador, y con muchos cuestionamientos al gerenciamiento que prometió ascenso y protagonismo. Este diario convocó a Carlos Granero para conocer su responsabilidad del momento y sus planes para salir.
-¿Cuál es su análisis?
-Estuvimos cerca en el Clausura pasado. En el Apertura siguiente, la idea era formar una idea de juego con un planteo permanente. Pocas veces se pudo repetir el equipo. Y ahora, nadie pensaba este arranque. Hay elementos para revertir esta situación. Igual hubo méritos para conseguir otros resultados.
-¿Está molesto con algunos jugadores?
-No. Les brindo mi apoyo porque son los únicos que pueden revertir esto y el cuerpo técnico. También me resulta auspiciosa la aparición de juveniles como Pastore, Pereyra, Compagnucci. Trabajamos en dos planos: tratar de ascender cuanto antes y conformar un plantel con jugadores del club. Es la única chance de revertir la situación de quiebra.
-Usted reconocía que no puede disfrutar de los partidos sin ser insultado o irse antes.
-A nadie le gusta recibir agresiones. Pero la impotencia de la gente ante un resultado negativo hace que se pliegue al reclamo de algunos que reclaman intencionadamente.
-Los responsables de la campaña, ¿son el DT y el plantel?
-Le dimos la derecha a los DT para el armado de los planteles. Y también son decisiones técnicas las que dejan de lado a jugadores o los incorporan. Gareca reconoció que le trajimos lo que pidió. Después, son los jugadores los que tienen que demostrarle al técnico que no se equivocó. Garay fue una grata sorpresa para los hinchas y Villarreal y el resto de los refuerzos rendirán lo esperado.
-¿Y está bien darle tanto poder a un DT?
-Con algunos jugadores se tiene más diálogo que con otros, pero la mayor responsabilidad es del DT. Aparte hay muchos que volvieron a ser tenidos en cuenta por quien los descartó primero.
-¿Cuál sería su ideal?
-En lo futbolístico, encontrar a un Talleres en Primera con mayoría de jugadores formados en la cantera. Y, en lo social, una realidad mucho más calma, con la mayoría de los sectores pujando por objetivos importantes.
-¿Cómo está su relación con los jugadores?
-No presupuestamos un equipo para que vaya primero todas las fechas ni tampoco para esto. Hay buena relación en general y están preocupados por revertir la situación.
-¿De qué se hace cargo?
-Como conductor de la institución soy responsable de los éxitos y de los fracasos.
-La gente esperaba que en la temporada siguiente, usted redoblara esfuerzos y contratara más y mejor y arreglara el predio, la Boutique...
-A la Boutique hace 30 años que no se le pone un tornillo. Presentamos un proyecto con dos empresas que una vez que culminen sus tres etapas van rondar una inversión de los 10 millones de dólares y que la final de la concesión quedará para el club. No dije que llegaba el 1° de enero y el 2 ya reacondicionaba la Boutique. Estamos haciendo una gran inversión en inferiores. La gente no sabe que cuando llegamos había siete jugadores del club y ninguno con experiencia en primera. El último partido antes de que asumiéramos, Talleres zafó de jugar una promoción para ir al Argentino A. Y a un año de eso, estuvimos ahí de ganar un torneo. No hay antecedentes en ese aspecto. Discrepo con su afirmación. Hemos redoblado esfuerzos. Trajimos a Pozo, Trullet, Malagueño había sido figura, Oyola tuvo un problema físico, Ceballos, vino Emanuel Giménez al que querían todos. Y si me equivoco pago con mis recursos.
-Se lo ve solo. Usted presentó a Ateliers con Bernard Caiazzo (titular de Saint Etienne), Piazza, Villa, Altieri y ahora sólo se lo ve con Foglia porque el resto se fue...
-No hay que alarmarse. Cuando se dan los éxitos nunca te preguntan si estás solo o acompañado. Cuando no es así aparecen los interrogantes. Reconozco que hay infinidad de cosas para mejorar y perfeccionar a nivel de organización. Talleres es un club de fútbol, el más importante de Córdoba y uno de los cinco más importantes del país y que si no tiene éxitos a nivel deportivo, jamás se puede hablar de balances favorables.
-¿Y entonces?
-Estoy transitando por un camino a cumplir con el objetivo planteado. No sé si será solo o acompañado, ni cómo estará constituida Ateliers. Ni siquiera sé si será liderada o presidida por mí. Sí sé que es el único proyecto que se planteó para recuperar el club y en el marco de la ley, y hasta el momento no ha habido ningún proyecto superador. Nuestros juveniles participan en torneos nacionales e internacionales y con buen nivel, a la misma altura que Belgrano que lleva cuatro años de ventaja.
-¿Ateliers con o sin usted?
-No soy tan obtuso para no reconocer que en este tipo de procesos, si no se dan los éxitos, se genera un desgaste en la figura de aquel que lo lidera y que puede provocar algún tipo de cambio. Córdoba Celeste siguió gerenciando Belgrano, pero empezó Castaños, luego siguió Luis Manzanares y ahora está Pérez. No es que me ponga límites ni me deje de ponerlos.
-¿Hubiera tomado el club si sabía de tantas dificultades?
-No es una excusa, pero hay un hecho que me marcó. Fue el accidente del 2 de noviembre de 2005. Me cambió la vida. Si antes de tomar Talleres hubiera tenido la actual visión de la vida, tal vez no hubiera afrontado esta responsabilidad.