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Leonardo Baroni busca las respuestas que ni Juan Compagnucci ni Talleres parecen tener. Hace nueve partidos (cinco del Apertura y cuatro del Clausura) que la "T" no gana. Foto: Fotobaires.

Talleres perdió su tercer partido seguido y sigue último, a 11 puntos del líder Chacarita, que anoche le ganó 2 a 0.

Buenos Aires. A pesar de que mostró una mejoría en su juego, Talleres cayó anoche 2-0 en su visita ante el puntero Chacarita. Con un punto de 12 posibles, la "T" quedó a 11 de su rival de ayer y su futuro en el Clausura asoma muy oscuro.

Talleres cambió su actitud en el segundo tiempo. Fue más vertical, más profundo y tuvo un par de aciertos posicionales. El ingreso de Garay y el adelantamiento de Villarreal, que jugó el primer tiempo contenido como carrilero derecho, fueron más decisivos. Pese a que la "T" mejoró y mereció empatar, Chacarita tuvo una contundencia desusada porque en el complemento, en la primera que tuvo, definió el partido.

Pero en la etapa inicial, Chacarita había manejado el juego. Si bien Talleres no se escondió atrás e intentó pelear el medio, el local tuvo a Patricio Pérez, que fue diferente a los otros 21 jugadores. Sin abrumar por su juego individual, tuvo claridad y las veces que entró en juego, "Chaca" hizo la diferencia. Talleres no tuvo creación y sus jugadas de peligro fueron por errores ajenos: una salida rápida de Pozo, en la que se durmió la defensa y Ceballos se demoró en definir, y un error de Aguilar, que dio mal un pase y Pereyra le tiró una masita a Bernacchia. Algo insinuó Pastore y Trullet fue de lo mejorcito, aunque su aporte no alcanzó.

A los 36, luego de una infracción sobre Pérez, llegó un tiro libre recto desde unos 30 metros, que fue casi al punto penal y Víctor Molina la peinó al segundo palo de Pozo. Sí, el abuelo Molina, de 37 años y que tiene una nieta de siete meses, marcó el 1-0.

En el complemento, hasta el ingreso de Garay, Talleres dominaba pero carecía de profundidad. Con dos asistencias de Diego a Villarreal, la "T" tuvo dos chances claras para igualar. A los 28, tras una gran corrida, el colombiano metió un derechazo cruzado que se fue rozando el palo derecho. Después, Villarreal bajó con clase una pelota llovida y definió por arriba del arquero, aunque desviado.

Y en la única que tuvo Chaca, lo liquidó. Una gran jugada de Leone culminó con un centro al área chica, que Fischer cabeceó al gol. A la "T" la caída tal vez le duela porque fue injusta, pero si repite lo del segundo tiempo, puede levantar. Aunque se nota que le falta rodaje, mientras la realidad casi asfixia.