-
Ceballos no se dobla. El goleador pidió disculpas al no aceptar ser relevado ante Ben Hur en Rafaela. Foto: LaVoz / Walter Rinaudo.

Ceballos pidió disculpas por no "bancarse" salir ante Ben Hur. El plantel y Gareca lo perdonaron.

Estaba claro que lo que menos necesitaba Talleres era un conflicto entre su goleador Diego Ceballos y el entrenador Ricardo Gareca. El viernes pasado, el delantero no se bancó ser reemplazado a poco del final del partido ante Ben Hur y tiró una botellita de agua al piso.

El paso de las horas agigantó la sorpresa de Gareca y su indignación al sentirse desautorizado, algo que le llevó a decir: "No lo entiendo. No sé qué está pasando".

Sin embargo, ayer, en el inicio de los preparativos para recibir a Ferro, el delantero se disculpó ante el plantel albiazul y el entrenador.

"Era un momento clave del partido. Si bien estaba golpeado en la cabeza, sentí que podía hacer un gol. Me gusta estar en las malas, en todo momento. Fue un cortocircuito, un segundo, y como lo dije delante del plantel y del cuerpo técnico, estoy arrepentido por lo que pasó. Fue una chiquilinada. No quise ser egoísta, ni tampoco que quedara como que si salía, perdíamos seguro. Nunca quise salvarme solo. Pero ya quedó ahí. Fue una calentura y no vamos a generalizarlo. Es de persona hacerse cargo de los actos si uno está equivocado", dijo el ex Banfield y Nueva Chicago.

El delantero se hizo cargo de su reacción y tuvo autocrítica al admitir que había tenido un mal partido ante Ben Hur.

"Quizá haya sido el partido que más situaciones tuve en Talleres. No fue una buena noche. Estuve errático. Si hubiese sido más efectivo, el partido podría haber sido otro, porque las chances fueron antes de los goles del equipo local.

-El equipo jugó mal...
-Sí, y no hay más excusas.

El plantel y el DT aceptaron las disculpas de Ceballos. Es más, a poco de terminar la mini conferencia que el delantero dio ayer, pasó Diego Pozo y le dijo: "No pasa nada, Diego".

Gareca, en tanto, dijo que si supera una pequeña molestia jugará ante Ferro. Ceballos acusó una molestia muscular, pero descartó que fuera de cuidado.