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La tribuna, tranquila.

El pulmón policial que dispuso la Policía local, a instancias de sus pares de Córdoba, funcionó correctamente. Es que la escasa cantidad de público que se llegó desde Córdoba, a raíz también de la floja campaña del equipo de barrio Jardín, no alentó a que la convocatoria fuera masiva como la última vez que Talleres fue a la ciudad santafesina, y ayudó al control.

En la tribuna lateral había cerca de 400 hinchas, y estaba destinada a la barra de «La Fiel», pero según informó la Policía regional, no llegaron al estadio debido a desperfectos técnicos en el colectivo que los trasladaba.

En tanto, en la cabecera Sur, donde se ubicaría la gente de «Las Violetas», cerca de 100 personas alentaron a su equipo y llamó la atención que no hubo banderas y no se pudo identificar a los integrantes de las dos fracciones antagónicas.

El encargado de seguridad de Talleres, Víctor Bustos, se encargó de confirmar que el operativo de seguridad fue un éxito. «Gracias a Dios no tuvimos incidentes que lamentar. La salida de la gente de la cancha fue sin inconvenientes, y no hubo episodios de violencia. Ojalá en Córdoba la semana que viene tengamos la misma suerte».