Análisis


Hugo García / [email protected]

Sepultar a Talleres por el 2-2 obtenido ante Defensa y Justicia sería apresurado y drástico. Pero, está claro que Ricardo Gareca se marchó del Chateau con más interrogantes que certezas. Es que "el Halcón" mereció ir ganando en la mayoría de los pasajes del juego, salvo cuando Talleres logró ponerse 1-0 con el tanto de Ceballos o logró el 2-1 con el penal de Píriz Alves.

Los de Ricardo Rezza le vieron la cara muchas veces a Pozo y pusieron en escena un circuito futbolístico con David Vega como cerebro. Sí, otro caso de la astilla del palo albiazul que vuelve con otra camiseta para herir al club que lo formó y lo dejó escapar.

Por caso, el ex Talleres hizo la lectura más importante del juego, al dejar su función de marca inicial por una actitud más gravitante buscando los espacios que le dejaba libre el medio campo albiazul. Esa acción marcó el contraste más importante con su rival.

A Talleres se le valoró la actitud de ir al frente y de apostar por la pelota al piso, pero no pudo hacer de Garay "el Vega" que tenía Defensa. Y es que aún no hay respuesta para la pregunta del millón:"¿Cómo aprovecharlo si no hay quien se la alcance?". Aunque también es cierto que para dársela hay que recuperar la pelota. Por lo pronto, el mejor "asistente" de Ceballos y Píriz fue... Mannara: primero, con un centro para el "9" y segundo, porque a él le cometieron el penal que convirtió el ex Arsenal y Banfield. Talleres tuvo gol, ese puede ser un consuelo. Le falta juego. Es lo más difícil.