Talleres 2 - Defensa y Justicia 2


Daniel Potenza / [email protected]
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En la apertura del torneo, no pudo con Defensa y Justicia que lo complicó y casi le gana. Otra vez hubo incidentes.

Talleres puso el pie en el campeonato sin lograr reconstruir su ilusión. Esa que pergeña su gente desde hace tiempo y que imagina un equipo sólido, protagonista, peligroso, temible, respetable. Especialmente cuando juega en el Chateau donde anoche quedó demostrado claramente que la inmensa mayoría de su hinchada lo quiere de verdad. Tomando distancia definitivamente de ese puñado de imbéciles que se empeña en arruinarlo para siempre generando de nuevo los incidentes que repudia, obviamente, el 99 por ciento del pueblo albiazul.

Talleres no pudo, decía, instalar en el debut ante Defensa y Justicia, la sensación de haber mejorado, todo lo que tenía para mejorar, respecto a su producción del torneo pasado.

Jugó mal. Dependió a ultranza de Diego Garay y mostró algunos rendimientos individuales muy pobres, como los de Baroni y Giménez por ejemplo, ante un rival que siempre, a lo largo de los noventa, lució mejor, más agresivo y que mereció más que el punto que se terminó llevando para Florencio Varela.

Talleres agitó entonces la vieja discusión. Esa que habla de si empatar en casa significa sumar un punto o perder dos. En esta oportunidad sin lugar a dudas, el elenco de Ricardo Gareca rescató una unidad y no perdió solamente por la solidez de su arquero y por la pésima noche que tuvo a la hora de definir el delantero central del equipo de Rezza: Gutiérrez, quien dilapidó cuatro situaciones netas debajo del arco albiazul.

Talleres nunca hizo pie en el partido. Esa fue su realidad. Inmodificable hasta el pitazo final. Por más que estuviera Garay con su talento intacto, lo que presupone volumen para jugar y asistencia asegurada para Ceballos y Píriz. Pero Garay sólo no soluciona los problemas de funcionamiento que Talleres mostró. A ver: nunca logró una salida limpia desde el fondo con un Emanuel Giménez desconocido marcando poco y entregando mal el balón. Mannara tuvo un protagonismo interesante cuando trepó el terreno pero sin obstruir ni resolver a la hora de retroceder, atrás Trullet lució muy endeble y Baroni ya se sabe, con sus limitaciones dejó otra vez la sensación de que nunca jugó al fútbol.

Entonces, cuando Defensa detectó todos estos problemas de Talleres, sumado a su propia necesidad de arriesgar y no perder para salir de la zona roja del descenso, le quitó la pelota en algunos pasajes, le salió rápido de contra en otros, lo atacó por el sector de Mannara-Trullet de libre circulación en el primer tiempo, allí donde Vega impuso condiciones, generando varias situaciones cerca de Pozo que Gutiérrez y su mala puntería desperdició. Ante la improlijidad del «Ema» en el medio, Gareca mandó al pibe Pereyra más adentro para apuntalar el traslado de la pelota, dejándole la banda izquierda a Baroni para que este pudiera subir por allí, cosa que el lateral pocas veces hizo y cuando pasó resolvió mal. Y no sólo eso, en el segundo tiempo con Baroni adelantado, Defensa cambió el sector para atacar eligiendo la espalda del «3» albiazul para llenar de peligro el área de Diego Pozo.

La etapa inicial dejó al equipo de Rezza más entero y un par de goles de enorme factura; a los 16' centro medido de Mannara para que Ceballos ratifique su estirpe de goleador con un cabezazo fenomenal y a los 23' Romero arrancó a espaldas de Mannara, hizo una diagonal con total liberad hacia el medio y desde afuera del área mayor sacó un balazo que perforó el arco albiazul.

En el complemento, Talleres jugó un poquito más y Defensa con su número «9» en una noche terrorífica continuó perdonándole la vida a Pozo. A los 18' Mannara en su segunda aparición de la noche forzó el penal infantil de Ortiz (el volante de Talleres estaba saliendo del área y el «3» lo taló) que Píriz, sediento de gol, cobró en el arco de Taborda.

El desnivel animó a Talleres que encontró a Garay para intentar ahora sí, defenderse haciendo circular prolijamente el balón. Pero a los 30' Vaccaría sacó provecho de las dificultades que Talleres evidenció toda la noche para neutralizar los centros frontales y después que Gutiérrez la peinara, con un toque corto empató. El cuarto de hora de cierre mostró a Defensa ,más cerca de la victoria que Talleres.

Final. A Talleres no lo conformó el punto porque este no tiene nada que ver con su ambición aunque fuera un premio enorme para su actuación. A Defensa tampoco. Le sintió gusto a poco por todo lo que generó.