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El colombiano Oscar Villarreal se sumó ayer al plantel de la "T". Es un agradecido al DT albiazul.

Con un tono de voz casi imperceptible y tratando de pasar lo más inadvertido posible, el delantero colombiano Oscar Villarreal, se sumó en la tarde de ayer a la prácticas del plantel de Talleres, en la Boutique.

"Pelé", como lo apodaban en las inferiores de América de Cali, club propietario de su ficha y en el que Ricardo Gareca lo dirigió en la temporada 2005, se mostró como una persona afable y de perfil bajo.

Villarreal, de 25 años y 1,75 m de altura, llegó luego de realizarse el examen médico de rigor, que lo habilitó para sumarse a la fajina, como el cuarto y último refuerzo del equipo dirigido por Ricardo Gareca.

Tras escuchar las primeras indicaciones del "Tigre", trotó al costado de la cancha, sin participar de la práctica de fútbol que ordenó el entrenador.

"Soy un futbolista al que le gusta divertirse con el fútbol. Puedo jugar de delantero o media punta. Me gusta el juego asociado, voy por todo el frente de ataque y también colaborar en la recuperación del balón", fue la forma en la que describió su forma de jugar y sentir el fútbol.

-¿Por qué decidiste venir a jugar a la segunda división del fútbol argentino?
-No es desconocida para mi la importancia de Talleres en el fútbol argentino. Es un club con historia y muy respetado. Quiero colaborar para que ascienda a Primera División.

-¿Y Gareca qué significa en tu carrera futbolística?
-Es un técnico que me enseñó mucho. En América me llevó de la mano y apoyó mucho. Pero, sobre todo, es una gran persona, muy honesta, trabajadora y leal. Su lealtad es algo que admiro. Por eso no dudé cuando me propusieron venir a Talleres.

-¿Cómo estás en lo físico?
-Viajé a la Argentina en plena pretemporada de América. Llevo unos pocos días sin entrenar, así que no me llevará demasiado ponerme a la altura de mis nuevos compañeros.