Tiene una “edad” parecida a la de la refundación “T”: el “1″ llegó en 2015 por la puerta de atrás, por su pasado en Belgrano, y desde ahí gravitó en todas las definiciones que jugó la “T”.

“No hay merienda, si no hay capitán”, canta Fito Páez en su “Tema de Piluso”, un claro homenaje al inolvidable Alberto Olmedo y a su eterno personaje infantil. En el Mundo Talleres, sobre desde 2015, sus habitantes podrían decir: “No hay logro, si no hay Guido Herrera”.

Es que el riocuartense llegó tras el ascenso de 2015 a la Primera Nacional y todos los Talleres que vinieron y jugaron por algo contaron con su talento y gravitación. Justo aquel que fue formado en las inferiores de…Belgrano y que debió salir escondido del primer entrenamiento en la Boutique porque la gente que esperaba afuera no se había bancado sus gastes en redes a la “T”, cuando lo enfrentó en inferiores o ya en Defensores de Belgrano de Villa Ramallo, con el que también chocó en el Federal A 2015.

Ahora que se viene la gran final con Boca por Copa Argentina, el arquero deberá rayar a más no poder, como la circunstancia histórica lo amerita. Igual de decisivo que en la vuelta a la Primera División en 2016, como en el quinto lugar de la Superliga 2017/2018 con aquel equipo de Frank Darío Kudelka que determinó la clasificación a Copa Libertadores, algo que se daba desde 2002 y que se consiguió gracias a un penal que convirtió ante Olimpo.

Tan gigante como fue en aquel 0-0 ante San Pablo, en el Morumbí, que clasificó a Talleres a la Fase tres de repechaje, con la gente llenando el sector alto que le dieron. Igual de grande siendo parte del octavo puesto de la temporada 2019-2020 que permitió el pase a Sudamericana 2021, en el primer equipo de Alexander Medina.

Como lo es ahora, con 11 vallas invictas y 26 presencias entre la Liga y la Copa Argentina. Era prioritario que recuperara esa imagen de imbatible que se le vio ante Godoy Cruz en San Luis, un envión genial para jugar por un título que el fútbol de Córdoba no tiene.

Talleres necesita de ese Guido que se fue a Turquía (jugó cuatro partidos en el Malatyaspor y volvió a los tres meses, pero debió alternar con Marcos Díaz) con un nivel que lo llevó a ser convocado a la selección, regular, que le permita dejar de lado actuaciones como ante Gimnasia y Esgrima La Plata, Colón, Defensa o River.

El que apareció en toda su dimensión contra el mencionado “Tomba”, que intentó herirlo por todos lados y sobre todo frente a un inspirado Martín Ojeda. Muy parecido al que clausuró el arco para que Talleres subiera a la punta de la Liga tras 17 años y se mantuviera seis partidos. Similar al que atajó el penal a Francisco Dutari en la definición con Estudiantes de Río Cuarto en octavos de final de esta Copa o contra Temperley en cuartos de final.

Debe verse un Herrera histórico. Ni más ni menos.

Lo mejor de Herrera

Título y ascenso a Primera. El 5 de junio de 2016, Talleres venció a All Boys por 2-1 con los tantos de Gonzalo Klusener y Pablo Guiñazú. Se hizo titular en lugar de Mauricio Caranta, a mitad de torneo, y ya no soltó el arco del equipo dirigido por FranK Kudelka. Venía del Federal A y de relanzar su carrera en Defensores de Belgrano de Villa Ramallo, tras quedar libre de Belgrano. Talleres ganó invicto ese torneo y Guido atajó todo. Ese día, contuvo lo poco que generó All Boys. En el empate parcial, nada que hacer. En ese torneo estuvo 701 minutos sin recibir goles, y así no solo le dio seguridad al arco del equipo de Kudelka, sino que superó los 634 minutos de Mario Cuenca (1997), quien tenía el récord de Talleres en AFA, y los 654 de Rogelio Quiroga (1976), quien ostentaba la mejor marca de la historia de la institución de barrio Jardín.

Quinto y clasificación a Copa Libertadores. Talleres volvió a jugar Copa Libertadores en 2019; la última vez había sido en 2002. Lo que le dio el pase fue el quinto lugar que obtuvo el primer equipo en la Superliga 2017/2018, también con Kudelka. Si bien ayudaron otros resultados, el partido decisivo fue un 2-2 con Olimpo, en Bahía Blanca, en el que Herrera convirtió un penal.

Clasificación en el Morumbí. Después de la vuelta a Primera, el pase de ronda de Talleres ante São Paulo, de Brasil, en el Morumbí fue una de las emociones más fuertes, y Herrera también fue protagonista al asegurar el cero clasificatorio. Tres tapadas sensacionales evitaron que el equipo brasileño pudiera anotar. Talleres había ganado en la ida 2-1, también con buena actuación del arquero y ante una tribuna repleta de hinchas albiazules.

A la Sudamericana 2021. Talleres fue octavo en la temporada 2019/2020, ya con Alexander Medina como DT, y eso le dio la chance de volver a ser internacional. Al principio y al final, Herrera volvió a ser clave. El partido que decidió el pase fue la victoria por la primera y única fecha de la Copa de la Superliga, con una goleada a Huracán por 3-0 en el Ducó. Esa jornada, Guido atajó un penal.

El penal ante Huracán

Doble frente. En Liga lleva 10 vallas invictas en 24 partidos; en Copa Argentina, jugó los últimos dos partidos, recibió goles ante Estudiantes de Río Cuarto y Temperley. Pudo hacer algo más en el tanto de Nicolás Talpone, pero se recuperó cuando atajó el penal decisivo ante Francisco Dutari.

Primera valla invicta en Copa Argentina. El 1 del corriente, Talleres ganó a Godoy Cruz por 1-0, pero antes y después del gol de Valoyes, de penal, Herrera neutralizó todos los avances de Godoy Cruz. El pase a la final de Copa Argentina tuvo bastante del “1″.

En cada hito de Talleres desde 2016 hasta esta parte, Herrera siempre estuvo y resultó determinante. Ese el reto que asumirá ante Boca, en la semifinal de mañana, en Santiago del Estero.

Todos los Talleres de Guido Herrera: algo más que 10 vallas invictas