Fue 1-0 en Buenos Aires. Nahuel Bustos, a los 17 del segundo tiempo, marcó el gol de la "T". 

Talleres enorme. Gigante. Inmenso. A la altura. A la altura de la historia. A la altura de la historia de Talleres: le ganó 1-0 a River Plate en uno de los partidos de la cuarta fecha de la Superliga. 

De principio a fin, ganando con justicia. Ese es el resumen del triunfo que se cerró por el golazo de Nahuel Bustos, a los 17 del segundo tiempo. Talleres volvió a ganar en la cancha de River después de 29 años

Lo que viene para Talleres es recibir a Aldosivi, el domingo a las 13.15 en el Kempes. River será local, ese mismo día, de Boca en el Superclásico. 

Lo que pasó en el partido

Talleres dio la talla en el primer tiempo. Ordenado, agresivo, intenso y rápido para las transiciones defensivas y ofensivas, nunca dejó que este lado B de River lo tomara del cuello y lo pasara por arriba.

Ya a los dos minutos pudo haber abierto el marcador. Menéndez se fue por la derecha y sacó un remate fuerte que Armani atajó dando rebote. Nahuel Bustos no lo pudo conectar y el remate de Pochettino se fue por encima del travesaño.  

A los 9, Bustos quiso eludir a Armani, el arquero manoteó la pelota abajo y el tiro del delantero de la "T" desde posición sesgada salió cerca del segundo palo.

Le faltó poder arriba al Albiazul. Menéndez y Bustos complicaron con su movilidad pero carecieron de peso en el área. Y cuando lo encontraron. Chocaron con Armani que, a los 43, manoteo otro buen tiro colocado de Bustos.

River extrañó a los titulares reservados por Gallardo para la Copa. Estuvo impreciso con la pelota y sólo llegó a los 21 con una palomita del chileno debutante Paulo Díaz que Guido Herrera mandó al córner. Antes y después no fue más que Talleres, que cerró el primer tiempo dando una mejor imagen y señales positivas para el complemento.

En el segundo tiempo, la "T" sostuvo su buen partido del primero. Andrés Cubas se convirtió en el amo y señor de la media cancha. Recuperó todo lo que le pasó cerca y con la pelota estuvo ordenado y preciso.

Pochettino tuvo resto físico y futbolístico para dar una mano en el medio y también para asistir y llegar arriba. Bustos siguió saliendo atrás y a los costados y metiendo diagonales profundas.

Y el resto continuó intenso, aplicado, ordenado ante un River que no podía ser River. A los 8, Bustos hizo un lujo (se la llevó pisando la entre Pinola y Armani) y su tiro se fue apenas desviado....

Y 10 minutos más tarde, hizo otro lujo y el golazo de la Victoria de Talleres: recibió de Pochettino, la toco por un lado de Pinola, la fue a buscar por el otro, cuando salía Armani la picó por arriba y con el arco libre, con una pisadita canchera puso el 1 a 0.

Por un rato más, siguió Talleres por encima de la desorientacion de River que hizo entrar a los titulares Palacios y Borre. Pero en los últimos 15 minutos, el técnico Medina movió las piezas para aguantar la diferencia pero sin pasar grandes sobresaltos.

Y así construyó una victoria necesitada, merecida y buscada y conseguida desde el minuto cero al 90 conlas mejores armas. Las de un planteo bien pensado y mejor realizado.