La "T" se fue al receso consciente de que terminó escribiendo un prólogo más que discreto para semejante exigencia y de que deberá nacer un nuevo equipo.

El doble frente está a la vuelta de la esquina para Talleres. Después de 17 años, el primer equipo albiazul volverá a jugar la Copa Libertadores, además de afrontar el resto de la Superliga.

Más allá de que será un febrero muy agitado (de mínima, entre el primer cruce eliminatorio de ida y vuelta del repechaje y las cuatro fechas del torneo, serán seis partidos), Talleres se fue al receso muy consciente de que terminó escribiendo un prólogo más que discreto para semejante exigencia y de que deberá nacer un nuevo equipo, si es que no quiere que al final de incursión continental termine condicionando su permanencia en la Superliga, tal como le ocurrió en 2004, el año en el que Talleres quebró en todo sentido y perdió la categoría, más su economía e institucionalidad.

Los partidos contra Lanús y Racing Club terminaron de confirmar el diagnóstico: para ser protagonista en ambos frentes y con el plan de Juan Vojvoda, Talleres necesitará entre cinco y seis refuerzos. Con la calidad, personalidad y jerarquía que el equipo no tiene en determinadas zonas.

Se requiere de jugadores que sepan administrar presiones y que no derive en lesiones musculares cuando le llega el turno de aprovechar las oportunidades que ellos mismos se fabrican. Talleres ya no está para más apuestas.

No alcanza con Guido Herrera, las subidas de Leonardo Godoy, el orden de Pablo Guiñazú, el ensamble con Andrés Cubas y el olfato de Nahuel Bustos.

El presidente Andrés Fassi lo sabe. Es responsable de lo bueno que vivió Talleres y de esta “transición” que atraviesa su plantel. El que se puso los cortos es él y se lanzó al mercado a la búsqueda de los refuerzos que permitan convertir a Talleres en la versión que él y todos los hinchas pretenden.

No hay dudas de que ha tenido más aciertos que errores, pero ahora juega contra reloj. Necesita de vender un jugador para poder abrochar los refuerzos que necesita y para afrontar los costos de ese nuevo equipo. El lunes será el sorteo en Paraguay y el plantel regresará al trabajo, el 26/12, a casi un mes de la reanudación de la Superliga y del primer partido de la Copa.

Como sea, Talleres también necesitará que se inspire a fondo para que la doble competencia sea la oportunidad para hacer historia, y no una experiencia tan olvidable como condicionante.