El cordobés cumplió su primer día, en serio, en Talleres. Si el entrenador lo dispone, estará listo para debutar ante Central. ¿Puede ser el “10”?

El Mundo Talleres tiene esa dinámica. Había que pasar de la sala de la autocrítica –un lugar al que todos llegaron tras la derrota en el debut de la Superliga ante Boca, incluido el gran Guido Herrera– a una zona de esperanza. Sobre todo porque, el viernes a las 19, será la presentación de local frente a Rosario Central.

Ese puente fue o intentó ser la presentación de Gonzalo Maroni, como el último refuerzo que se incorporó al plantel y el primero al que todos los habitantes del planeta albiazul le exigirán como si viviera desde siempre en Talleres.

Y la presión, para un pibe de 19 años, emana desde un marco en el que futbolísticamente Talleres quedó debiendo. Más por sí mismo que por lo hecho por Boca.

“Gon” llegó en las primeras horas de la tarde, dispuesto a abrir una historia en la que su pasado lo condicionó. Se formó en Instituto, de ahí fue a Boca siendo casi un niño, jugó ocho partidos y un buen día cuando le preguntaron si sabía que podía ir a Talleres respondió: “En Córdoba no me veo con otra camiseta que no sea la de Instituto, pero esto es fútbol”.

Y así fue, porque estando con el Sub 20 en el torneo de L’Alcudia, le avisaron que ya no regresaría a Boca para ser despedido por el entrenador Guillermo Barros Schelotto (anotó un gol en dos años) sino que debería recalar en Talleres a préstamo, sin opción porque su cláusula de salida es de 15 millones de dólares.

Y a barrio Jardín llegó. “Estoy muy agradecido a Instituto porque es el club que me formó desde los 10 años, pero me quiero dedicar a esto, quiero ser profesional. Vengo a ponerme la de Talleres y a dar lo mejor dentro de la cancha y afuera”, dijo Maroni, sobre uno de los temas que más consultas ameritó.

–Muchos directivos de Instituto dijeron que dabas “un paso adelante”. ¿Tomaste esos mensajes o los guardaste?

–Vi los mensajes. Es toda gente que me aprecia y me quiere. Son amigos. Me lo tomé de la mejor manera. En especial, lo que dijo Gustavo Beggiato sobre el paso adelante que iba a dar. Que era mi futuro.

Es más, apenas llegó hubo una mano solidaria y experimentada que le sirvió de mucho. Mauricio Caranta, también con pasado en Instituto, fue de los primeros en recibirlo. Luego, aparecieron Pablo “el Cholo” Guiñazú y Javier Gandolfi, para ponerlo en onda sobre el vestuario y el resto del Mundo Talleres.

“Mauricio, junto a Guiñazú y Gandolfi, fueron los encargados de recibirme y me encontré con varios compañeros de Boca. Con esa compañía, el primer día se hizo mucho más fácil”, agregó Maroni.

Luego todas sus expresiones fueron a puro Talleres. La práctica que hizo (se notó su buena pegada y definición), si está listo para jugar el viernes y qué puede aportar a este Talleres de Vojvoda.

“Vengo a sumar, a aprender, a que mejore el equipo y a jugar lo mejor posible. Para que mejore el equipo. Quiero que nos vaya bien. Vi Boca-Talleres. Fue un partido bastante difícil para los dos. Pudo haber sido relevante el penal que le cobraron en contra y el que no sancionaron. Se lo vio bien a Talleres. En cuanto al arreglo, me enteré en España. Estaba muy feliz. Llegué al país el viernes y no me hice problema por el hecho de que no iba a poder jugar el domingo por el acuerdo con Boca. Realmente no iba a poder hacerlo”, comentó Maroni.

–¿El presidente Fassi te convenció de venir?

–Antes de hablar con mi representante había confirmado que iba a ir a Talleres. Luego me llamó Fassi y me terminó de convencer. Los partidos con el Sub 20 fueron buenos. Me hacían falta minutos y juego. Vengo preparado.

–¿Qué charlaste con Vojvoda?

–Me dio la bienvenida.

–¿Vas a ser enganche o como interior izquierdo?

–Se va a hablar en la semana. Vengo a aprender y a sumar. Sea adentro o afuera de la cancha, daré lo mejor. Intentaré jugar. Me veo jugando al medio por afuera, siempre jugué como enganche pero en los últimos años me fui tirando para la izquierda. Jugué en ese puesto de la selección. Eso lo decide Vojvoda.

–¿Estás para jugar el viernes ante Central?

–Estoy bien físicamente. Hay que devolver ese interés que Talleres demostró por mí.

–¿Será tu gran oportunidad?

–Haciendo bien las cosas en los entrenamientos, voy a tratar de ganarme el puesto. Después de ahí, que sea lo que Dios quiera y que sea lo mejor de mí. Estoy 10 puntos, me puedo poner la camiseta y jugar. Crecí bastante, siento que soy un jugador diferente. Vengo a dar lo mejor, estoy contento de venir a un club que está haciendo las cosas y estar cerca de mi familia. Quería vestir la camiseta de Talleres para poder dar lo mejor de mí, no lo tomo para nada como una presión.

–¿Te despediste de los compañeros y del DT de Boca ?

–No hubo una despedida con el cuerpo técnico de Boca. Estaba en Valencia. Seguro se dará.