No fue casualidad que Talleres no pudiera ingresar a ninguna Copa en el torneo que finalizó en junio. Su falta de gol fue la clave para no llegar. Talleres jugó bien en muchos momentos, pero a la hora de resolver en el área rival fracasaron los delanteros. Y eso que Frank Kudelka probó con varios, que en este torneo ya no estarán como Klusener, Ramis, Rescaldani y Vuoso. Ahora, el otro tema que preocupa es quien reemplazará al Colorado Gil, la rueda de auxilio que tenía el Cholo Guiñazú en el mediocampo. Por ahora el reemplazante es Fernando Godoy, el ex Independiente.

También habrá que ver si recupera su nivel Bebelo Reynoso, la joyita del club, porque en la pretemporada estuvo más pendiente de su pase a otro club que por quedarse en Córdoba. Tendrá que demostrar que es capaz de ser el conductor del equipo.

En el arco y en la defensa es donde reside gran parte de la fortaleza del conjunto albiazul. Se consolidó Guido Herrera. Y Javier Gandolfi, bien acompañado por Juan Komar, son su gran respaldo. Lo bueno de Kudelka es que hace un mix entre jugadores de edad con pibes que tienen hambre de gloria.

Arriba sigue siendo Sebastián Palacios la apuesta de este Talleres. Pese a que el Pachuca de México (donde Andrés Fassi, presidente del club de Barrio Jardín, es el vicepresidente) lo compró y se lo prestó al club cordobés realizando una apuesta para el futuro. El tucumano es el mejor delantero con el que hoy cuenta el fútbol cordobés, aunque muchos lo critican por su individualismo. Pero fue el goleador del equipo en el torneo anterior. Por eso arribaron para reforzar esa zona Junior Arias (de Peñarol de Montevideo) y también el ecuatoriano Joao Rojas (del Cruz Azul de México).

En los amistosos el equipo de Kudelka tuvo buenas y malas, pero siempre extrañando el gol. Si esa tendencia se mantiene no le será fácil acumular éxitos. Esa aparece como su principal dificultad.