Estimación y novela. El partido va el martes a las 16. Sería en Sol de América. Hoy se define.

No podía ser de otra manera. Tal como ocurre cada vez que Talleres juega de visitante, la determinación del escenario tarda más de lo normal y se transforma en una novela: el anfitrión debe optar por darle prioridad al factor deportivo o al económico; y el club cordobés debe ocuparse de velar porque sus parciales, los que viajen desde Córdoba y adyacencias, tengan las comodidades del caso.

En este caso, el partido ante Sol de América tiene un valor agregado. A diferencia de las 14 presentaciones anteriores fuera del Kempes, el partido define el ascenso para Talleres. ¿Y para su rival? También es importante ya que tiene una chance mínima de ingresar entre los puestos de privilegio que seguirán jugando por un segundo ascenso. Lo cierto es que ayer se confirmó que el partido va el martes a las 16, que será apto para público visitante y que hoy se definirá si es en cancha de Sol de América o de la liga. El equipo local asignó a los parciales “T” una tribuna en la que caben seis mil espectadores. “Ese sector tiene lugar para seis mil personas y será para Talleres”, dijo Jorge Jofré, dirigente de Sol de América.

Para Talleres no sería suficiente ya que la estimación de la dirigencia es de aproximadamente ocho mil personas. Así la mudanza al estadio de la liga local, que tiene capacidad para 23 mil espectadores, comenzó a ser una alternativa válida. Sol de América accedería siempre y cuando Talleres abone por anticipado esos ocho mil pases que se necesitarían. Hoy una utopía. La novela termina hoy, aunque los hinchas ya sacan cuentas. El plantel, en tanto, arrancó los preparativos con la presencia del presidente Fassi, siguiendo todo de cerca.