Historia del “9” propio que debió reinventarse como volante. Bajó al Tallerito y lo vio como una chance. Se lesionó y volvió con todo.

“Le agradezco al médico Ferreyra, al kinesiólogo Renzi, a Juan y a Seba que lo ayudan, a los Coronel, que ayudaron en mi recuperación. A todos los chicos. Son parte de esto”.

La foto vale más que mil palabras. El mundo Talleres se asemeja a una pelota y Victorio Ramis lo tiene en sus manos. Quisiera que ese momento durara para siempre. Que esa imagen como la de su tanto a Chaco For Ever y las 40 mil personas haciendo temblar al Kempes se extendiera hasta el ascenso mismo, por lo menos. “Pipe” –el apodo que heredó de su tío César– y la boca llena de gol; ser parte y devolver un poco de gloria al club que lo formó.

Por ahora, es un cuadro, pero Ramis sueña con que se convierta en secuencia y, luego, una gran película. Para que su relato de lucha tenga un sentido mayor.

El gol fue el primero y dio razón a Kudelka en su inclusión. Es lo que advirtieron todos en Talleres. Su reinvención como volante ya que Eial Strahman y Javier Velázquez fueron las referencias en su puesto de “9”, las lesiones padecidas, su bajada al Tallerito en un clásico ante el Belgranito y la participación en los remanentes del plantel es lo que no se vio. Ahí, donde no parecía haber nada, Ramis vio una oportunidad. Por eso el desahogo fue grande tras ese tiro de emboquillada que dejó sin reacción a Nelson Schonberger. El haber podido poner al Mundo Talleres bajo la suela sin quemarse, es una lucha ganada.

“Ja. La ansiedad es tanta que uno se termina durmiendo tarde. En mi caso fue como a las tres de la mañana. Fue lindo. Ganó el equipo y pude homenajear a mi abuelo Tiburcio ‘el Puma’ Ibarra que falleció hace 15 días”, comentó a Mundo D. Ramis cuenta que, pese a tener libre, él suma un turno de trabajo en lo de Pablo Renzi, kinesiólogo de la “T”.

-¿Era un partido esperado por vos?
–Sí. Estoy disfrutando de este momento, después de que me lesioné, en el partido con Tiro Federal, hace casi tres meses. Me recuperé. El entrenador Frank Kudelka me venía esperando. Me había dicho que por las lamentables lesiones de mis compañeros, iba a tener mi oportunidad. Traté de aprovecharla al máximo. Sabía que con un gol me podía sentir bien. Sirvió. Ganamos.

–Al momento de lesionarte ya estabas jugando por izquierda. Ahora, te cambiaste a la derecha...
–Claro. Empecé de titular en el partido ante Sportivo Atlético Club de las Parejas. Intercambiaba puesto con Marcos Godoy. Hice un gol, Talleres clasificó, me gané la titularidad y ante Tiro me lesioné.

– Fue raro. Te desgarraste a los siete minutos de juego...
–Sufrí un bajón. Me había costado mucho jugar y había agarrado ritmo. Pero gracias a la familia que tengo, se me hizo fácil la recuperación. No le aflojé nunca a la fisioterapia. tenía que estar bien para cuando tuviera una nueva oportunidad. Era lógico. A Ramis no le importaba otra cosa que jugar. Ahí nació el “Me preparo todos los días para los minutos que me toquen. En AFA o en la Liga Cordobesa”. Antes de jugar en Las Parejas, bajó para reforzar al Tallerito y en un clásico ante el Belgranito se comió un codazo.

La reinvención

Más allá de los golpes y los moretones, el desafío seguía siendo el mismo: esperar su turno para jugar como goleador o reinventarse como volante derecho o izquierdo. “Estuve trabajando en ese posición desde principio de año. No era nuevo. Pero Kudelka y su cuerpo técnico más a los compañeros, me dieron la confianza. Me sirvió”, comentó.

–¿Cuándo supiste que jugarías?
–El viernes me lo anticipó que iba a jugar y me preguntó si estaba convencido. Me dio la confianza para jugar en ese puesto y creo que le respondí. Se lo agradezco. Talleres es un club grande. Soy hincha y te puedo asegurar que Talleres es más grande que cualquiera. Sabemos que la gente está cansada al no poder ascender, pero creo que este es el momento. A veces se impacienta porque quedan pocos partidos. Pero tenemos que estar tranquilos y tratar de ganar los partidos claves. Es un grupo unido. Entré por Barrionuevo y él me dijo que haría un gol. Burgos nos tiene de hijos a todos con sus bromas. Pero después hay revancha. ¿Araujo? Va perdiendo la timidez. Repuntó con la play. En la cancha soluciona problemas.

–¿El psicólogo Víctor Welsh es un jugador más?
–Me habló de la ansiedad antes del juego. Me sirvió. Me aconsejó.

Jugar en el Tallerito

Antes de ser titular ante Chaco, ramis volvió a jugar para la división local albiazul y nuevamente ante Belgrano. “Fue la semana pasada y ahí me reencontré con Destéfano, aquel que me pegó el codazo en la cara. Pero todo bien. Me pidió disculpas. Lo único que le facturé es que el golpe me impidió convertir el tercer gol ya que había hecho dos. Luego jugué el amistoso ante Deportivo Colón de Colonia Caroya y finalmente fui titular con Chaco. Bajé a jugar predispuesto. Trato de ayudar al grupo. A mí me sirvió para sumar minutos. Nada es gratis”, contó “Pipe”.

–Jugaste en inferiores de AFA. ¿Qué opinás de los incidentes entre Talleres e Instituto?
–Me enteré. La violencia no conduce a ningún lado.

Amistoso con Racing


Hoy a las 20.30 y en el Miguel Sancho, se jugará un partido amistoso entre Racing de Nueva Italia y Talleres. La recaudación permitirá cancelar parte de los haberes que los jugadores albiceleste no pudieron cobrar por el robo ocurrido en la sede.

La dirigencia de la Academia anticipó que será con ambas hinchadas y también difundió los precios de las entradas: generales, 80 pesos; damas, menores y jubilados, 50; platea, 120; socios al día, 50. El ingreso al estadio se hará por la esquina de Quevedo y Calabalumba.

La Academia presentará a los titulares que vienen de empatar 2-2 con el líder Estudiantes de Río Cuarto, en el marco de la Zona 12 del Torneo Federal B, mientras que Talleres presentaría un combinado formado por elementos del remanente y algunos juveniles.

“Esperamos que haya mucha gente. Vamos a festejar la clasificación. Agradecemos la solidaridad de Talleres en este momento”, dijo Cristian Rami.