Talleres empató en Chivilcoy ante Independiente en un 0 a 0 sin emociones. Lo destacado fue que los suplentes sumaron ritmo y minutos de juego.

Chivilcoy, especial- Más que llovido, pasado por agua. Sin dudas la cancha anegada y el clima húmedo en Chivilcoy, producto de las precipitaciones que azotaron la ciudad, fueron tan protagonistas que terminaron siendo obstáculos. Por eso, Talleres no se esforzó demasiado, ya con el objetivo de la clasificación en el bolsillo, aprovechó para probar y dar rodaje a los integrantes del plantel que no gozaban de muchos minutos de juego. Entonces, empató 0 a 0 ante Independiente, que de esta forma dilapida chances para lograr el pasaje a la fase que viene, aunque dentro de la cancha, el trámite fue olvidable.

Sin goles, con nulas acciones netas, poco juego asociado, la igualdad terminó siendo lógica. El local empujó en algún momento con más predicamento pero nunca logró imponerse. Lo mismo en los dirigidos por Frank Kudelka, que no se inmutó con el resultado final.

Pero al menos terminaron jugando minutos Wilfredo Olivera, Santiago Raymonda, Juan Pablo Francia, en función de ponerse a punto de cara al tetragonal final. De todas formas, el torneo que vale la pena empieza en dos semanas, y Talleres parece tener ya su base para afrontarlo e ilusionarse. Nadie le quita el primer lugar del grupo, que se ganó legítimamente. Ayer en Chivilcoy fue un partido con sabor a ensayo.