Refuerzo. Es una de las últimas incorporaciones de la “T” y lo entusiasma integrarse al equipo con la misión de ascender.

Fue una de las tres últimas incorporaciones de Talleres, apenas un par de días antes de que el plantel partiera el pasado domingo al mediodía a la pretemporada en el Hotel de Campo de Colón en Santa Fe. Se trata de Sebastián Ereros, el exdelantero de Argentinos Juniors, Instituto y Gimnasia y Esgrima de Jujuy, entre otros clubes, quien tiene a favor respecto de la gran mayoría de los refuerzos que llegaron al plantel que dirige Frank Kudelka, la ventaja de conocer al dedillo la forma de trabajo, la idea futbolística y hasta los tics con los que el ex-DT de la Gloria se maneja al frente del plantel en su nuevo club.

Ereros se desvinculó del Lobo jujeño a principios de la semana pasada y necesitaba de ese trámite burocrático para terminar de cerrar su llegada a la “T”, que venía demasiado conversada desde hace unos 20 días atrás.

En diálogo con Mundo D, en el lobby del hotel minutos después de terminar el único turno de trabajo que hubo en la mañana debido a la lluvia, Ereros explicó cómo se dio su llegada a la entidad que hoy preside Andrés Fassi. “Prácticamente no tuve contacto con Darío, ni con Fassi, sino que todo se arregló a nivel de representantes. Yo sólo había hablado unas pocas palabras con Darío cuando aún no había rescindido con Gimnasia y también tuve un par de contactos mínimos con Mauro (Ceruti, el nuevo PF del plantel albiazul)”, contó.

"Si bien no lo he jugado, sé que es un campeonato muy difícil y competitivo y que a Talleres no lo define la categoría en la que está jugando", remarca Ereros.

–¿Es para vos un menoscabo tener que bajar de categoría hasta el Federal A?
–No, para nada. Si bien no lo he jugado, sé que es un campeonato muy difícil y competitivo y que a Talleres no lo define la categoría en la que está jugando. Es un club muy grande, no merece estar en la divisional en la que está, y mi compromiso, como el del resto de los jugadores, es el de aportar para sacarlo de donde se encuentra.

–¿Qué impresión tenés del club a menos de una semana de haber llegado?
–Uno se da cuenta en el día a día... Desde el primer momento en que llegué para hacerme los exámenes médicos, la complejidad de los estudios que nos hicieron yo no la pasé en ningún otro club en el que me tocó jugar. Pude probar en los hechos lo que me había dicho Mauro, que es muy amigo mío, respecto de la importancia del proyecto que se venía para Talleres. Anoche (por el martes a la noche), llegaron al hotel dos camionetas con un montón de elementos para entrenamiento que nosotros ya vamos a empezar a usar en la pretemporada en Santa Fe. Eso demuestra que la dirigencia está en todos los detalles y pensando siempre en lo que el jugador necesita para estar bien.

"Entre los jugadores con más experiencia, los juveniles que llegaron y los que vienen del club, seguramente vamos a conformar un equipo que va a dar pelea para lograr el ascenso", expresó el enganche.

–¿Qué pensás del grupo futbolístico que se está armando?
–La verdad es que es para ilusionarse, porque han llegado jugadores de importancia y experiencia, algunos de los cuales ya conozco como Javier Velázquez, y otros que también tienen mucho oficio en primera y en la B Nacional, como Santiago Raymonda o Juan Pablo Francia. Además se han sumado varios juveniles que me han dicho que tienen muy buen juego, pero que todavía no pude ver en la cancha porque no hemos hecho prácticas de fútbol. Entre los jugadores con más experiencia, los juveniles que llegaron y los que vienen del club, seguramente vamos a conformar un equipo que va a dar pelea para lograr el ascenso.

–De tu paso por Instituto, te han hecho la fama de un jugador al que le gusta mucho la “joda”, ¿querés opinar algo sobre eso?
–Sí, no tengo problemas. Yo no reniego de algunas cosas que hice, algunas me gustaron, no me arrepiento de haberlas hecho y lo acepto. Pero esto tiene que ver, y digo esto, respecto de la banda de rock (que tiene), pero en Instituto se dijeron muchas cosas de mí que no son reales, respecto a que salía mucho de “joda”. La verdad es que no le doy bola. La verdad se ve adentro de la cancha. Estoy tranquilo, sé cómo me manejo y el técnico me conoce. No necesito hablar más de esto.