"Y ya lo ve, y ya lo ve, es el famoso cordobés". Con ese canto se lo conoció en las canchas del fútbol argentino a Daniel Willington, un enganche de los de antes que, curiosamente, nació en Guadalupe, Santa Fe. Tenía una pegada prodigiosa, una técnica envidiable y un talento que cautivó a muchos. Entre ellos, al gran Ringo Bonavena, uno de los boxeadores más importantes que tuvo nuestro país.

- ¿Es verdad que Bonavena te compró para llevarte a Huracán?
- No, ese es un mito. En 1972, Ringo le preguntó a Menotti si me quería en el plantel y el Flaco dijo que sí. Yo venía del Veracruz de México y tuve que poner plata para llegar al Globo. Pero nunca cobré ni un peso.

- ¿Te fue bien en Huracán?
- Tuve mala suerte porque en uno de los primeros partidos, un amistoso contra San Lorenzo, me expulsaron y me dieron como siete fechas. Después perdí el puesto, y el 10 fue Babington. Se estaba gestando ese equipo que en 1973 se coronó campeón.

- ¿Por qué te fuiste de Huracán?
- Ya no aguantaba más porque era un desastre dirigencialmente. Mi paso por el Globo fue un martirio y decidí regresar a Talleres de Córdoba.

- Pero la relación con Bonavena nunca se rompió.- No, jamás. Con Ringo tuvimos feeling desde el primer día que nos conocimos. ¿Te cuento cómo fue?

- Dale
- Los domingos a la tarde algunos futbolistas nos encontrábamos en un boliche que se llamaba "La bola loca", que era propiedad del papá del cantante Piero. Nos la pasábamos jugando al bowling hasta que un día me crucé con Ringo y apostamos.

- ¿Quién ganó?
- Yo, por supuesto. Era muy bueno en el bowling (ja,ja). Lo importante es que a partir de ese desafío nació una hermosa amistad.

- ¿Compartían muchas salidas?
-Bastantes. A mí me gustaba acompañarlo cuando se entrenaba a la mañana y luego, al mediodía, nos íbamos a comer un churrasco a Sunset, un boliche con pileta. Inclusive muchas veces nos reuníamos a almorzar en su casa. ¡No sabés las pastas caseras que hacía Dominga, la mamá de Ringo!

- ¿Lo fuiste a ver a alguna pelea?
- Por supuesto. ¿Sabés dónde estuve? En el Madison Square Garden cuando se enfrentó con Muhammad Alí. Estuve ahí nomás del ring y la verdad que fue una pelea muy emocionante. Ringo pudo haber ganado, pero Alí era un monstruo.

- ¿Qué clase de persona era Bonavena?
- Un tipo generoso, una excelente persona. Un tipo sano, que vivía con una sonrisa.

- ¿Cómo te enteraste de su trágica muerte en Estados Unidos?
- Fue increíble, todavía me acuerdo de que ese día (22 de mayo de 1976) llevé la televisión al entrenamiento de Talleres para ver la pelea de Galíndez contra Richie Kates en Sudáfrica, y ahí nos enteramos de que a Ringo lo habían asesinado.

- ¿Pudiste ir al velorio que se le hizo en el Luna Park?
- Lamentablemente no pude asistir. Pero hubo una multitud: más de 150.000 personas fueron a despedirlo. Y eso habla de su calidad humana. Con Ringo fuimos muy compinches.