La "T" consiguió su primera victoria en el torneo, al vencer a Alumni de Villa María por 1 a 0, con gol de penal de Klusener. El equipo no jugó bien, y algunos de sus jugadores se fueron silbados. Si bien el local fue el albirrojo, el encuentro se disputó en el Kempes, y hubo controversias.

Talleres sigue sin terminar de arrancar. El equipo no puede terminar de conformarse como tal y su juego sigue sin adquirir una forma determinada. Con esto y todo, logró hacerse con los primeros tres puntos de la temporada, ante un tímido Alumni de Villa María.

En el encuentro anterior, en La Boutique frente a Gimnasia y Tiro de Salta, había quedado la sensación de que, al Talleres titular, le faltaba una vuelta de tuerca. Vuelta de tuerca que, parcialmente, la habían proporcionado algunos de los que entraron desde el banco de suplentes, como Bottino y Olego. Como para cambiar algo, en esta oportunidad Sialle los mandó a la cancha de movida. Junto con Leyes, que jugó por el lesionado Díaz, y Carabajal, que aparecía por sorpresa como un falso delantero, iban a ser los encargados de hacer de Talleres un equipo rápido, creativo, expeditivo e hiriente en ofensiva. Pero nada de eso sucedió.

El conjunto albiazul volvió a encontrarse con sus limitaciones, no logró el volumen de juego deseado, y volvió a ser un equipo tibio. En el primer tiempo se vio levemente superado por su rival, que no tiene mucho más que un par de molestos y convencidos delanteros. En la segunda parte el DT intentó una vez más, en vano, cambiar la cara desde el banco de suplentes. Fracasó. Velazco no gravitó, y Fabio Álvarez se fue expulsado pocos minutos después de haber ingresado.

Talleres ganó sólo porque, sobre el cierre, los centrales fallaron en la marca y le cometieron penal a Klusener. El "9" mismo lo cambió por gol y le dio los tres puntos al equipo.

Nada cambió de la tibieza mostrada en La Boutique y en San Francisco semanas atrás. Nada mejoró radicalmente. Por el contrario, en Talleres, pareciera que no se cae una idea. Sin embargo, ganar siempre suma, y es una realidad que hay que aceptar. Siempre es más fácil trabajar para mejorar con tres puntos en el bolsillo que con una pesada derrota en el lomo o con un insulso empate que no sirve para nada. El torneo está arrancando, pero este equipo deberá comenzar a mostrar signos vitales lo antes posible para que el torneo no termine de arrancar sin él.

Villarreal, insultado. El "5" albiazul llegó para convertirse en el jefe de la mitad de la cancha, para orientar a los pibes, para acomodar a los desacomodados, para conducir al plantel, para vincularse con los árbitros. Llegó para ser líder. Sin embargo, su rendimiento no viene siendo del todo acorde a las expectativas generadas. Y la gente, que puede perder muchas cosas pero que no pierde la memoria, no le da ni el más mínimo margen. Villarreal, tras haber sido producto de las inferiores del club y figura en el ascenso del 98`, pasó directamente a Belgrano, y la gente aún hoy no se lo perdona. Lo recibió con prudencia, lo vio un par de partidos, y al tercero perdió la paciencia. Se fue silbado y abucheado, pero enfrentó la situación y, en declaraciones abiertas, dijo que iba a ponerle el pecho a la situación hasta el final.

El Kempes no fue tan negocio. Alumni de Villa María hizo todo lo que estuvo a su alcance, y más aún, para mudar la localía al estadio Mario Alberto Kempes y no disputar el partido en la plaza Manuel Anselmo Ocampo. El motivo: la capacidad, la concurrencia, la recaudación. Es conocida la movida que Talleres genera y la convocatoria que tiene, especialmente jugando en Córdoba. Para el "fortinero", era la oportunidad de juntar alguna moneda más de la habitual. Sin embargo, en esta oportunidad, los cálculos fallaron. En el Kempes no hubo más de 15 mil personas, y al equipo de Villa María le quedaron, limpios, aproximadamente 500 mil pesos, teniendo en cuenta que una parte de los ingresos debieron ir destinados a la limpieza del estadio tras el partido de Argentina - Paraguay. Desde Alumni esperaban más gente de Talleres. El negocio, al final, no fue tan negocio.