Los de Nueva Italia y los de Barrio Jardín se verán las caras por quinta (y sexta) vez en lo que va de la temporada. El reordenamiento de las llaves los enfrentará en una suerte de "cuartos de final", en búsqueda de un lugar en la promoción. El primer cruce, el domingo en el Kempes.

La suerte, el destino y el maldito Torneo Argentino A se encargaron de echar por tierra lo que otrora fuese una relación de simpatía futbolera. De la buena onda entre las hinchadas de Racing y de Talleres, no queda prácticamente nada. Y claro, en lo que va de la temporada ya se enfrentaron en cuatro oportunidades y, para colmo de males, se viene un cruce de ida y vuelta, con eliminación directa. El paso del tiempo y la acumulación de enfrentamientos picantes, hicieron de "Talleres-Racing" un clásico contemporaneo.

Académicos y Matadores, no sólo que se enfrentaron cuatro veces, sino que hicieron de cada cruce, una verdadera batalla futbolística. En primera instancia, la Copa Argentina se le adelantó al fixture del Argentino y los puso frente a frente en una definición de eliminación simple, a un sólo partido. Quien avanzó de ronda fue Talleres, ganando 1 a 0 con un cabezazo del hoy resistido Guillermo Cosaro. La siguiente ocasión, ya sí fue en el marco de la primera fase del Torneo Argentino A. En aquella noche del Kempes, se tiró el fósforo que encendió una historia embebida en kerosene, y explotó todo. Clásico picante, peleado, con riñas, expulsiones, definición sobre la hora a favor del albiazul (gol de Ledesma), bataola final e incidentes con la policía, con jugadores detenidos y todo. Un cuadro que mejor no repetir, pero que sienta precedentes y que calienta la previa de cualquier futuro enfrentamiento.

Con el torneo avanzado, la Academia se tomaría revancha. Con una performance brillante, Racing apabulló a un opaco Talleres. Lo pasó por encima. Fue 3 a 0, y la diferencia pudo ser mayor. Pero como el destino es insaciable, se encargó de que en el Undecagonal definitorio, albicelestes y albiazules volvieran a verse las caras. Un tiempo para cada uno, un gol para cada uno, un punto para cada uno. Todo, no sin cruces, expulsiones, protestas y especulaciones.

Un dato de color: Todos estos encuentros anteriormente mencionados, fueron disputados en día miércoles por la noche. En un país en el que, habitualmente, el deporte transcurre los fines de semana, no deja de ser curioso. El de este domingo será el primero en la temporada que se corra de ese contexto. Luego, para la vuelta, volveremos a "cortar la semana" con un clásico.

El panorama es extraño. Racing viene embalado tras la gran clasificación en Mar del Plata ante Unión. Talleres viene estancado y sin ritmo, por no tener competición oficial desde hace algunas semanas. En realidad, esto se debe a su clasificación dentro de los cuatro primeros en el Undecagonal, cuestión que, como premio, lo habilitó para "saltear" una fase y arrancar directamente en esta especia de cuartos de final.

Hasta ayer, casi nadie hablaba de un potencial clásico. Se lo mencionaba como una posibilidad en miles. De golpe, los resultados se dieron, y estamos a escasos días de la concreción del primero de ellos. No se si es lo mejor, no se si es lo más fácil. Es más, Córdoba, inevitablemente, va a dejar en el camino a uno de sus representantes en el torneo. Pero que la cosa se puso picante, se puso picante.