Ahumada, ex gerenciador de Talleres, busca testigos para continuar con su reclamo por daños y reparación. Pidió 24 millones de pesos que le fueron denegados, y en trámite judicial hay una cifra menor por subsidio de daños. El fideicomiso también lo demanda por 2 millones.

Las redes sociales suelen ser un importante disparador de rumores, por lo general, no tan fidedignos. Muchas veces se hace eco de cuestiones que son a veces ficticias o direccionadas. En este caso, surgió el nombre del ex gerenciador Carlos Ahumada que siempre causa resquemor por barrio Jardín, con una imagen más que desgastada entre los hinchas de Talleres, producto del descenso del club a la B Nacional en 2009, y otros incumplimientos que lo terminaron de demonizar. Entonces, el rumor de que el juez Saúl Silvestre habría mantenido una reunión con el empresario argentino-mexicano motivó al menos a una señal de alerta. Todo fue negado por protagonistas cercanos. En definitiva, no estuvo Ahumada presente, pero sí sus patrocinantes: fue el 20 de abril pasado, en donde su contador Luis Maurillio Fuentes Lemus (ex presidente de Ateliers en su momento) y el nuevo abogado de la empresa, Andrés Anzaldi, fijaron domicilio legal en Córdoba, en un estudio jurídico situ en la calle Arturo M. Bas, en función de la recolección de pruebas legales, que puedan darle mayor curso a la demanda que entabló el ex concesionario contra el fideicomiso, por 24 millones de pesos, en concepto de indemnización, por el desapoderamiento del gerenciamiento en 2009. De todas maneras, fuentes cercanas al fideicomiso aseveran que es difícil que prospere el reclamo, y si así fuere, el monto no sería superior a los 4 millones de pesos.

La historia. La Justicia resolvió la salida de Ateliers el 9 de setiembre de 2009, en anuencia con el órgano fiduciario, al no renovarle la facultad de prórroga, argumentando incumplimientos de obligaciones en su gestión. Ahumada recurrió a la Justicia, y fue el Tribunal de Casación el que le terminó de cerrar la puerta definitivamente. Pero en 2010, el empresario demandó al fideicomiso por 24 millones de pesos, en concepto de reparación económica, y lucro cesante. Una cifra abrumadora, aunque sin tanto asidero, teniendo en cuenta que pedía hasta la totalidad de los sueldos de los jugadores del plantel que estuvieron en su proceso de gestión. El órgano fiduciario no dudó en denegar esa petición una vez que le corrieron vista.

¿Reparo por daños? De todas maneras, el magistrado sí contempló dentro del reclamo de Ateliers un subsidio por daños adquiridos, que todavía no tiene resolución. Sería por las mejoras y reformas en inmuebles. En caso de prosperar, fuentes cercanas al Tribunal destacan que sería apenas por cuatro millones de pesos, monto considerablemente menor a los 24 millones de pesos que reclamaba a la quiebra. Esa etapa recién está iniciando. Por eso, en octubre de 2011, otra vez la ex concesionaria apareció, presentando documentaciones en 600 páginas facturas de pago y otras inversiones. El fideicomiso denegó nuevamente ese pedido, argumentando la inconstitucionalidad y otros detalles sobre el incumplimiento de la gestión.

¿Contra la Provincia? El proceso es lento. Trascendió que Ateliers inició esta semana la búsqueda de testigos. Incluso a algunos empresarios que prestaron servicios en las refacciones de la Boutique y predio de las 24 hectáreas, los citó por carta documento para que declaren en el Tribunal. Además, otros rumores indican que su litigio podría extenderse hasta el Poder Judicial de la Provincia, ya que fueron del magistrado y del TSJ las actuaciones que dictaminaron su salida. La etapa en curso es la recolección de pruebas. Mientas en el fideicomiso son optimistas en mantener firme su postura, y que cuando el juez se pronuncie sea en la misma sintonía. La sentencia recién podría tener lugar en 2013.

El fideicomiso también ataca


El órgano fiduciario de Talleres montó guardia en contra de Ateliers y también hizo saber su demanda: es por un monto superior a los 2 millones de pesos, por las deudas incumplidas de la gerenciadora en 2009, que motivaron su desalojo de la institución. En primera instancia, casi un millón de pesos en sueldos adeudados al plantel profesional y a profesores de las Divisiones Inferiores, y en segunda instancia, le reclamará el haber afrontado los juicios generados por la empresa, por despidos injustificados (casi dos millones más). Más allá del optimismo del fideicomiso, hay alerta porque Ateliers no tendría bases tan solventes: su demanda millonaria es exenta de costos, ya que evitaron pagar cifras abultadas para que tengan los trámites mayor celeridad.