El equipo albiazul sumó tan sólo una unidad en su visita a Misiones. Empató 1 a 1 ante Crucero del Norte, y sus chances de ascenso directo se redujeron prácticamente a cero. Agredieron al DT, dirigentes e hinchas.

Ese maldito resultado, que acompañó a Talleres durante toda la primera parte del torneo. Ese punto con sabor a nada, que fue haciendo de este, un equipo insulso y tibio. Esa unidad que restaba mas de lo que sumaba, a medida que las fechas avanzaban. Esa igualdad que se repitió en incontables ocasiones durante la segunda mitad de 2011, y que casi deja a Talleres sin chances de clasificación. Ese empate que hubo que erradicar firmemente, para empezar a sumar de verdad. Ese mismo empate, ese mismo punto, es el que, en el presente, vuelve a aparecer como un fantasma. Con sabor a poco. Sumando, en realidad, casi nada. Cuando los otros suman de a tres, sumar uno es eso. Casi nada.

Talleres viajó hasta Misiones para jugar en un recinto complicado, ante un equipo sumamente regular y difícil de encarar. Mas allá de estas condiciones, tras el pobre empate ante Defensores de Belgrano en el Kempes, a los dirigidos por Sialle no les quedaba opción más que el triunfo. Porque las fechas avanzan, porque los otros suman, y porque hay un solo lugar para todos los que quieran ascender de manera directa.

Muchos cambios, varios de ellos obligados, hicieron que el Talleres que saliera a la cancha en Misiones fuese algo diferente al que se venía viendo. No decididamente peor, tampoco claramente mejor. Distinto. Y en esa diferenciación, no logró hacerse nuevo y salir bien parado. Le costó muchísimo el trámite del partido, nunca pudo hacer conexiones precisas y el fondo siguió igual de desorganizado que siempre.

Así, en esas condiciones, Talleres no pudo más que sumar una sola unidad. La "T" volvió de la provincia de la tierra colorada con un punto, una calculadora, y mas dudas que certezas. El equipo, a simple vista, no quedó tan lejos. Está con 12 puntos, a sólo dos unidades de la punta, ocupada por Sportivo Belgrano (14). El tema es lo que se viene: tanto Sportivo, como Crucero (13), al igual que Douglas Haig y San Martín de Tucumán (11) ya quedaron libres. Talleres, aun no. En la próxima jornada, la "T" no jugará, pero todos los otros sí. Una victoria del puntero lo dejará cinco puntos arriba, con sólo seis en juego. Prácticamente imposible. Sólo resta esperar a que la próxima fecha se desencadene, con la radio en el oído y la calculadora en la mano, para terminar de definir la situación. A priori, y con estos números, a Talleres se le pasó el tren. Luego de la fecha libre, la "T" recibirá a Racing de Olavarría en el Kempes.

Incidentes. En el segundo tiempo del encuentro en el estadio de Crucero del Norte, desde la platea local cayó al campo de juego un rollo de papel, que impactó en el DT de Talleres, Arnaldo Sialle. "Cacho" cayó al piso, e inmediatamente después, el juez paró el partido. Se vivieron momentos de tensión, con incidentes en las tribunas, intercambio de proyectiles, y represión policial sobre la parcialidad albiazul. Desde el comienzo, gente que estuvo en el lugar pudo observar el déficit del operativo de seguridad y, en función de eso, prever el conflicto. Los dirigentes albiazules no tenían un lugar reservado en el estadio, la gente visitante estaba poco protegida, los cordones dispuestos por los uniformados eran insuficientes. Un marco desorganizado y poco seguro, dejó todo listo para que este tipo de cosas pasen. Nada pasó a mayores, el partido siguió disputándose tras 10 minutos de estar suspendido, y seguramente, nadie hará nada al respecto.