Leyes, figura. El volante la rompió ante Central Córdoba y se consolidó como titular. “Hemos derribado esa barrera de que somos pibes”, dijo.

Suena así, simple. Como si la vida no le hubiera sido tan complicada. Allí, en la pensión. Tirándose por ahí con una zapatilla con algún compañero. Matándose en la Play.

Rumiando tostadas con el café con leche. Nery Leyes hace todo lo que los chicos hacen. Pero lo hace sin el mote. “Ya hemos derribado esa barrera de que somos pibes”, le dice a Día a Día hablando aún del partido del viernes por la noche, con derrota revertida a manera de vendaval.

“Tuvimos personalidad para revertir la situación. Estoy contento porque jugamos bien y supimos sobreponernos”, agrega. La vida de este volante central comenzó en Boca, siendo muy pibe. Después llegó a barrio Jardín de la mano de Carlos Granero y ya reside en la T desde hace más de siete años.

“Pasamos de todas. Hubo buenas y malas. Tengo muy buenos amigos de la pensión como Seba Navarro (hoy en Ferro) por ejemplo, con quien hablamos mucho”, agrega el rubio volante. No parece estar mareado por las luces y apela a un perfil bajo que lo caracteriza fuera de la cancha.

Leyes, un chico consolidado en la cantera, de 23 años, es parte de esa camada que se agrupa con Trulls, Carabajal, Álvarez y Francés y que han hecho de este Talleres un presente de realidades concretas.

“Para (Arnaldo) Sialle no somos pibes. Cualquier entrenador hubiese bancado más a los más grandes. Después metió cambios y nos dio chances a todos. Sialle te hace todo muy fácil, te da confianza y uno se siente muy orgulloso. Y cuando me dio un día la cinta de capitán no lo podía creer. Sentí un orgullo muy grande y un gran compromiso”.

–¿Más que un sueño terminar siendo el capitán de Talleres?
–Busco crecer. Y obvio que me gustaría ser capitán de Talleres por mucho tiempo más. El objetivo es el ascenso. Yo quiero consolidarme, andar bien y ganar cosas. Creo que se puede dar el ascenso. Creo que venimos levantando, ya antes de clasificar. Ese envión anímico que te da un torneo y después ganar partidos tan decisivos te hace creer y confiar más. Hay que esperar y seguir así.

–Se viene Racing ¿cómo es estar ya en partidos tan definitorios?
–Juego encariñado en Talleres. Uno ha mamado lo que es el club y jugar contra Belgrano por ejemplo es algo que nos llega y nos hace tomar conciencia de lo que significa jugar en Talleres. Lo mismo con Racing. Por eso, uno que está acá, cuando te cuestionan te duele mucho más. Hay jugadores que no les molesta porque quizás no les afecta que el hincha los mate. A mí me duele el doble. Te hace salir a la cancha con muchísima más ganas. Y eso no se compara con nada.

Leyes, sueño de capitán. “Me gustaría ser capitán de Talleres por mucho tiempo. El objetivo es el ascenso. Yo quiero consolidarme, andar bien y ganar cosas”.

El mejor ánimo. El plantel retomará el trabajo en la mañana de hoy, desde las 9.30 en el predio. El plantel está con el mejor ánimo y ya quedarán concentrados a la espera del trascendental choque ante Racing para este miércoles a las 21.30.

“No hay lesionados de consideración. El entrenador podrá trabajar sin problemas. Hay algunas fatigas musculares, pero nada que complique”, adelantó el médico Armando Lio.

Mientras, el técnico no tocaría el 11 inicial, salvo el reemplazo de Juan Pablo Rezzónico que fue expulsado ante Central Córdoba en el triunfo del viernes por la noche 5-2. Para ese puesto tienen chances de ser de la partida Nicolás Ballestero o Luciano Precone. Mientras, recuperaría un lugar entre los sustitutos el volante Diego Erroz. Hoy habrá un ensayo liviano de fútbol y el técnico Arnaldo Sialle dará la lista.