El arquero de Talleres analizó el empate ante el Santo y el clima en el vestuario.

Tenía todo en contra. La cancha resbaladiza, la pelota húmeda y la lluvia en los ojos. Pero él fue a buscar el último centro con su 1.93 metro de altura. Y se quedó con la bola. Pese al magro 1-1 ante San Martín (T) del domingo, el arquero Michael Etulain rescató la entrega del equipo y la idea de juego que se intentó plasmar.

“Estaba imposible agarrar la pelota. La última pensé en sacarla pero me tuve confianza. La pelota estaba lisa y los guantes empapados”, le dijo a Día a Día el uruguayo que viene con buenas actuaciones en el arco albiazul.

Pero, más allá de la lluvia, Etulain analizó el rendimiento de la T y su conformidad. “Tuvimos dominio del partido casi siempre. Hicimos un gran trabajo en la entrega y no pudimos concretar varias chances. No tenemos nada que reprocharnos aunque necesitábamos ganar”, agregó el 1 que hasta aquí recibió 17 goles pero tapó varios hechos de los rivales.

A la hora de argumentar su tranquilidad, expresó: “Tuvimos ideas claras de jugar por abajo. Abrimos la cancha, desbordamos, tuvimos cosas distintas que no habíamos mostrado”, puntualizó.

Y, este cambio en la manera de jugar tiene vinculación directa con Arnaldo Sialle, el DT que llegó para renovar el clima en la T. “Vamos incorporando ideas que nos pide el técnico. La forma de marcar en la pelota quieta y jugar más tranquilos. Cada técnico tiene su librito y lleva su tiempo entenderlo”, dijo el ex Ferro. Lejos de comparar, el portero amplió su concepto. “Siempre pasa que cuando se va un técnico (Bianco dejó el cargo) se descomprime todo y los jugadores buscan otra motivación para poder jugar.

–¿Más allá de necesitar el resultado, hay mayor tranquilidad para disputar los partidos?
–Hay más oxigeno. No está la presión de que tres familias (por Bianco y sus colaboradores) dependa su trabajo si se gana o se pierde. Es cierto, la situación es complicada pero antes íbamos a buscar desesperados y ahora lo buscamos de otra forma.

Lejos de esquivar la crítica, Etulain se refirió al golazo de San Martín en el que varios le atribuyeron responsabilidad. “Fue virtud del pateador. Había que achicar el ángulo de su disparo y si virtud no es verme adelantado, sino como le pega. En una jugada anterior le había dado fuerte y pensé que podía darle de vuelta así”, concluyó.

Etulain estuvo seguro. Pese a la lluvia y la pelota resbaladiza.