O Talleres se acostumbró a ganar, que sus hinchas no toleran el más mínimo traspié, o la presión por ascender antes de tiempo invadió barrio Jardín. Por primera vez en la temporada, el equipo conducido por Héctor Arzubialde perdió dos partidos seguidos, y la sensación de inestabilidad, la intolerancia y la poca paciencia ganó a los simpatizantes y algunos integrantes de la comisión directiva. Los cuestionamientos para el entrenador ya son recurrentes, sobre todo tras la derrota en el clásico.

¿Talleres está lejos de su objetivo? No, marcha primero en la Zona, con 29 puntos, dos más que su escolta.

¿No genera juego, y no convierte goles? No, con 32 conquistas, es el equipo más goleador del certamen.

¿Corre peligro su clasificación? Por más que pierda el domingo, en el último encuentro del año, a los albiazules nadie los puede marginar del selecto lugar que lo traslada a la instancia siguiente. Entonces, ¿no se está exigiendo de más?

Otra vez queda expuesta la impaciencia de todos. La necesidad de ascender, de manera maquiavélica, tira por la borda cualquier análisis. Por más que el objetivo que se persiga es el retorno a la B Nacional, recién van recorridas 16 fechas de esta larga y dura aventura que es el Argentino A. Sin embargo, el hincha quiere ascender ya mismo, contagiando la intolerancia general. Pero la parte crucial recién empieza en marzo.

No obstante, la salud de Talleres es óptima. Es el candidato de todos y ni siquiera corre peligro en la cima. Hinchas, socios y dirigentes quieren ver a su equipo en una categoría superior, pero la realidad es que para alcanzar el anhelo, hay que esperar hasta junio de 2011. La frustración de la temporada pasada es una mochila pesada, que sumada a la nutrida historia del club, no permite pasos en falsos. Pero si no se respetan los proyectos, se obra impulsivamente y se cuestiona a los protagonistas, el camino será más espinoso.

Es tiempo de mesura, coherencia, y de aceptar esta dura realidad, cumplirla paso a aso, partido a partido, porque es la única forma que permite el reglamento de ascender a la B Nacional. No hay otra.