Transcurrían 20 minutos del segundo tiempo, cuando ocurrió un episodio más que vergonzoso, que tuvo como protagonistas al arquero de De-samparados Luis Mingolla, quien golpeó en el rostro a un alcanza pelotas. Se trata del juvenil de la 7ª categoría Gonzalo Ludueña, de 14 años. El motivo fue la demora del joven para acercar la pelota, y después porque la devolvió al campo cuando el golero ya había ido en busca de otro balón. En esa acción, el árbitro Silvio Trucco resolvió amonestarlo, y a instancias del juez de línea Rubén González, expulsó al juvenil y al médico de Talleres, Julio Ferreyra.

Pero al término del partido, la Policía y el Cosedepro actuaron de oficio y detuvieron a Mingolla, pese a que el padre de Ludueña no hizo la denuncia. En el vestuario, el arquero del elenco sanjuanino se descompuso tras una crisis nerviosa, cuando le notificaron que debía ser trasladado a una comisaría para proceder con su detención. Incluso, el propio Ferreyra tuvo que asistir al arquero, debido a que el conjunto visitante no trajo médico con la delegación. “Producto del golpe, el joven tiene un poco de color e hinchazón en el ojo, pero no es nada grave. No entiendo por qué el juez me expulsó. El arquero sufrió una descompensación, nada preocupante”, sostuvo Ferreyra.

En Córdoba, ya hubo un antecedente similar. En 2007, en la victoria 3-0 de Belgrano ante Vélez, el golero del “Fortinero” Gastón Sessa le tiró un pelotazo en la cabeza al alcanza pelotas Pablo Heredia, ahora tercer arquero del plantel celeste.