El defensor de Talleres considera que, tanto a él como al equipo, les falta ritmo futbolístico.

Su cabellera colorada resaltaba en el banco de suplentes. Se lo veía sentado ahí, en ese lugar donde jamás se sentó desde que llegó a Talleres. Con su porte de referente, y sus manos haciendo visera sobre la frente, observaba el amistoso entre los “titulares” de la T y Atenas de Río Cuarto. Atento a todo, metido en el duelo. Sabiendo que su obligación será esa: ser una especie de técnico-jugador para el Talleres que se viene.

En medio del partido, la pelota queda cerquita de su posición. El grandote se levanta y, de primera, le alcanza la bocha a un compañero para que haga el lateral. Sólo esa mínima acción le bastó para llevarse la ovación de los 200 hinchas albiazules presentes en la Boutique. “Vamos Colorado, carajo”, le gritan a Federico Lussenhoff y el zaguero devuelve el gesto elevando sus brazos. Está claro. La buena onda entre el Colo y el público de la T permanece intacta.

“Por los hinchas me quedé. La gente se ha portado 10 puntos conmigo y yo creo que en esta situación difícil de Talleres es donde se ve a la gente que realmente quiere al club. Ellos vienen y te aplauden en un amistoso que se juega un sábado a la mañana, es increíble”, le dice Lussenhoff a Día a Día. Y, luego, reflexiona: “Ahora es cuando debe aparecer el hincha de Talleres y los jugadores que realmente sienten algo por esta institución. Si nos juntamos todos, podemos hacer algo importante”.

El ex River, San Lorenzo, y Central, entre otros clubes, de a poco va alcanzando su mejor forma física y futbolística. Mientras tanto, suma minutos integrando el equipo remanente de Talleres, tal como ocurrió el sábado ante Atenas, donde los relevos empataron 2-2. “Hice un partido completo y voy mejorando”, asegura el defensor.

De todos modos considera que, tanto a nivel grupal como personal, todavía hay muchas cosas por pulir. “Nos falta mucho. Tenemos que trabajar bastante si queremos tener un rendimiento bueno, ser un equipo competitivo y tener expectativas serias. Yo creo que hemos mejorado, hay mucha ilusión y muchas ganas en el plantel, pero en esta semana y en la que viene estamos obligados a acelerar los tiempos en lo futbolístico porque al equipo todavía le falta”, sostiene.

“¿Cómo está Lussenhoff? Está igual que el resto del plantel. A mí también me falta mucho en lo futbolístico porque, a excepción de los dos amistosos, hemos jugado muy poco. Igualmente, estamos a tiempo de llegar al inicio del torneo en buenas condiciones”, remata.

Esa misma pregunta respondió Julio Ferreyra, integrante del cuerpo médico de la T. “Lussenhoff está bien, pero hay que llevarlo despacio. Tiene 35 años, no se olviden”, sentenció el doctor.

¿Candidatos? a demostrarlo. La participación de Talleres en el Argentino A convulsionó bastante a la categoría. Le ha dado otro cartel a la competencia según reconocieron los propios dirigentes del resto de los clubes. Ahora bien, en opinión de Lussenhoff, esa chapa de equipo grande para la divisional debe ser demostrada dentro de la cancha. “Talleres es candidato por lo que es la institución, por su historia.

Después, en la cancha es otra cosa. Somos 11 contra 11 y depende de nosotros y de la gente que está a cargo del club armar un buen equipo, pelear el torneo y estar a la altura de la circunstancias”, asegura el central de 35 años.

Asimismo, el Colo, quien tiene 542 partidos jugados como profesional y 53 de ellos con la camiseta albiazul, manifestó sus ganas de estar presente en “todos los partidos del torneo” (pese a ser expulsado ante Ferro en el cierre de la B Nacional, podría jugar en la primera fecha del Argentino por el artículo 225, ya que el arquero Carlos López Rubio sería convocado al seleccionado Sub 20 mejicano). “Yo quiero jugar desde la primera fecha, siempre quiero estar. Vamos a llegar de cualquier manera. Un poco mejor, un poco peor, pero vamos a estar”, recalcó.

Finalmente, sobre su importancia dentro y fuera del campo de juego en este nuevo proceso del Matador, el nacido en Venado Tuerto expresó: “Yo dejé en claro que quiero jugar el último año de mi carrera acá, que quiero transmitirle al plantel todo lo bueno que pude haber cosechado en mis años como jugador y compartir mi experiencia con los más jóvenes. Este plantel está compuesto en un 80 por ciento por chicos y es importante estar con ellos, ayudarlos. Yo voy a aportar lo mío, con la ilusión de que Talleres tenga un buen año”.

Todavía le falta Color a este presente de Talleres, es cierto. Pero con un Federico Lussenhoff así de motivado, el horizonte puede empezar a aclararse en barrio Jardín.