Celso Esquivel, en supuesta lista negra, aseguró que nadie le explicó nada y que se siente “rehén” de una situación. “Estoy en un plantel, no en un grupo”, dijo.El horno no está para bollos en Talleres. Eso es sabido. Las relaciones no pasan por el mejor de los momentos y la situación deportiva sigue siendo casi desesperante. La llegada de Carlos Ahumada ayer sumó tensiones en una jornada que no dejó de ebullir.

Y como lo de la famosa lista negra, de jugadores que serían cesanteados, es aún un tema inminente, al menos Día a Día consultó a uno de los jugadores señalados en esta cuestión: Celso Esquivel es uno de ellos (el otro es Juan José Serrizuela). El defensor paraguayo se repone de una lesión, pero expresó que nadie le aclaró nada, por lo que sus dudas persisten. “Estoy muy tranquilo, estoy esperando que me digan qué va a pasar. Carlos Ahumada no me dijo ni ‘a’ ni nada. Él estaba dentro del campo de juego y yo en el consultorio. Pasé, lo saludé después con respeto y supongo que me habrá escuchado”, expresó.

Esquivel habló de lo que está pasando y de que se siente rehén de una situación. “Salen las cosas en los medios y nunca pasó que se acerquen a aclararme algo. Si quieren que me vaya me voy, no tengo problemas y no me gustaría irme en este momento delicado, que necesita de todos”, dijo.

Puertas adentro. Luego, el jugador habló de la interna del plantel: “Por ahí no sé si pertenezco al plantel, a un grupo, o a otro. Ojalá que el grupo no esté separado. Me siento del plantel, pero fuera de un grupo. Estoy muy tranquilo porque no hice nada malo. Nadie me puede decir nada. Yo no anduve de joda, borracho por ahí. La única excusa que tienen es que salgo con mi esposa y mi nene”. Esquivel dijo que se siente marginado y que encontró apoyo en los más chicos del equipo. “Me llevo mejor con los pibes, con los más chicos. Los pibes sí me bancan. Siempre les doy charla de que se tienen que matar para llegar”, completó.

Llama la atención de que esto esté pasando en Talleres. El experimentado jugador no se quiso apartar y sostuvo que nunca hubo pelea con nadie y que la situación deportiva conspiró también. Pero dijo que tampoco se sintió respaldado por nadie. “El grupo no me puede cuestionar nada. Del plantel, nadie saltó por mí. No escuché que un compañero quiera que esté acá en Talleres, bien unidos como el semestre pasado. No sentí el apoyo de los grandes. Los pibes me van a bancar a morir. Estoy muy tranquilo porque no hice nada malo. Ojalá que todo esto cambie, por el bien de todos y de los hinchas”, recalcó. El defensor se recupera de una dolencia y hoy se sumaría al trabajo de campo. Por ahora dice que trabajará como corresponde. “Las veces que me tocó vestir esta camiseta dejé la vida. Pero hoy me siento distanciado de ellos (el grupo). A veces los resultados tampoco ayudan. La verdad que nunca hubo pelea. Pero bueno, tampoco hay que decir muchas cosas, no es el momento para hablar”, y al cierre remató: “Me llegaron rumores de que no aporto en el equipo, que no apoyo al grupo y me molesta mucho. Este equipo no es el mismo del semestre pasado, que todos corríamos para el mismo lado. La verdad que no sé qué pasó”.

Nada se calma en Talleres y, seguramente, hoy será otro día caliente que tendrá algún desencadenante.