Cuando levantó la copa para despedir el año 2008, a Juan Carlos Galarraga le vino a la memoria cuánto le costó lograr la continuidad en Talleres. El correntino, nacido en Monte Caseros, logró ser tenido en cuenta por Humberto Grondona, quien lo colocó de titular en los últimos tres partidos.

“Esperé bastante para poder jugar. Finalmente, lo logré y ése es un buen motivo para estar contento”, dijo el volante central. “Gala” tenía condiciones para debutar mucho antes de los 21 años que tiene. Llegó tras un paso por el semillero de Boca y Ricardo Gareca, en su última gestión, pensó en hacerlo debutar a principios de 2007. Pero el pibe apareció con una fractura en el pie derecho y su recuperación le llevó varios meses.

Cuando estuvo recuperado, Rubén Insua lo empezó a considerar. Pero fue Ángel Comizzo quien le hizo jugar sus primeros dos partidos ante Ben Hur y San Martín de Tucumán.

“Hubo muchos técnicos que valoraron mi capacidad. Pero con Grondona tuve la continuidad que necesitaba. Solo yo sé cuánto me costó generar esta posibilidad. Uno se va ganando el espacio en el equipo. Grondona es muy motivador y te aconseja bien. De a poquito estoy adquiriendo experiencia. Se nota que aún me falta un poco, pero andaré bien”, dijo Galarraga.

–¿Qué pediste?
–Poder ascender con Talleres. Sería hermoso.

–¿Y en lo personal?
–Mejorar para poder ser importante para el equipo.

–Y si te toca irte ahora por el conflicto que hay por la renovación de tu contrato...
–Quiero seguir Talleres.

–Talleres en descenso directo y, a la vez, candidato al ascenso, ¿cómo se vive eso?
–Es raro. Todos los partidos serán finales. Hay que estar mentalizados de que no será fácil. Apostamos a jugar.