Tale le negó una prórroga a Ateliers y Ahumada se iría en diciembre.

“Hechos; no palabras”. La frase que Carlos Ahumada adoptó para Talleres –al que dejó como hincha a los 14 años, cuando se fue a México, y reencontró tres décadas después como gerenciador– es la misma que hoy sintetiza las exigencias que recibió del juez de la quiebra, Carlos Tale.

Al magistrado no le cayó bien que se tuvieran que utilizar fondos del club para cubrir deudas de Ateliers SA con su plantel anterior y poder habilitar a los refuerzos. Tampoco que los fideicomisarios (integrantes del órgano de control) no dispusieran de información sobra falta de pago del canon semestral ni de los últimos despidos que hizo la sociedad que lidera Ahumada.

Y entonces, Tale atacó por el costado más fino: rechazó la oferta de continuidad de la gerenciadora –el 31 de diciembre próximo se cumple el plazo de ley y la prórroga no es automática– por falta de “una oferta de forma”.

Éste es el textual de la resolución judicial de la víspera: “Al reclamo de prórroga de la concesión en beneficio de “Ateliers SA” por dos períodos de tres años: NO HA LUGAR, por cuanto no se ha efectuado una oferta en forma, y más allá de la letra estricta de la ley y a sólo título referencial, a) no se trasluce propuesta económica suficiente en atención a uno de los fines exigidos en la Ley de Salvataje de Entidades Deportivas, cual es la cobertura razonable del pasivo falencial; b) no se han desarrollado ni graficado suficientemente las mejoras que pretenden hacerse; c) no se brindan detalles mínimos indispensables, a saber, las condiciones frente a la eventualidad de que el equipo ascienda a Primera o descienda al Torneo Argentino A...”.

Pedido de informe. Tale le pidió al fideicomiso que, a más tardar el jueves, le pase un informe acerca de “por qué razón hubo que llegar a una situación tan extrema en lo tocante a deudas de Ateliers SA..., a tal extremo de que a 24 horas del primer encuentro del torneo se corría serio y concreto riesgo de no poder contar con los refuerzos...”. Asimismo, el magistrado exigió que lo pongan al tanto del “debido cumplimiento del canon correspondiente al segundo semestre de 2008” y que le detallen las últimas novedades de Ateliers respecto a la existencia de deudas con personal, regularización de nuevos empleados e inscripción legal de las reformas sociales y balances.

La gerenciadora asumió la concesión definitiva del club el 1º de enero de 2006 y por un plazo mínimo de tres años, con la opción de renovar por períodos iguales. Creada por Carlos Granero, con un capital de 12 mil pesos, la SA fue comprada en febrero pasado por Ahumada, a quien ahora el juez le rechazó su oferta de continuidad por ser sólo referencial. Al gerenciador le queda regularizar todo y pensar en una propuesta que satisfaga al juez, si no quiere que su mandato dure apenas 10 meses.

Ayer, el fideicomiso canceló con fondos de la quiebra la deuda (396.587 pesos) con los ex futbolistas del plantel pasado y que Ateliers había cubierto en una tercera parte (161.372 pesos).